Hombres armados abrieron fuego el jueves contra un grupo de manifestantes en la ciudad noroccidental de Alepo, en medio de los continuos esfuerzos de las fuerzas del Ejército sirio para limpiar la zona de insurgentes.
Varios hombres armados dispararon contra los manifestantes congregados en el barrio de Al-Marjeh, en Alepo, quienes pedían la retirada de los insurgentes, respaldados por países extranjeros, de su territorio.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad sirias lograron limpiar de elementos terroristas el distrito de Jobar en la ciudad de Damasco, la capital de Siria.
En esta operación de limpieza, las fuerzas del Ejército también dieron muerte a varios terroristas y confiscaron equipos médicos, que habían robado los insurgentes de los hospitales públicos.
Este mismo día, estalló una bomba cerca de una escuela en la localidad de Qudsaya, en las afueras de la ciudad capitalina de Damasco.
Según fuentes sirias, la explosión causó algunos daños materiales, pero no se tienen más detalles respecto a las posibles víctimas.
Las fuerzas del orden han intensificado sus ataques contra los insurgentes durante las últimas semanas y han infligido numerosas bajas al grupo armado.
Siria, además de ser escenario de la violencia de grupos terroristas, es objeto de la injerencia de algunos países occidentales y regionales, que se aprovechan de la situación por la que atraviesa el país árabe para propiciar el terreno hacia una intervención militar.