El 9 de mayo se cumplieron 70 años de la derrota del fascismo alemán. Con la capitulación de Alemania concluyó en Europa la guerra iniciada oficialmente en 1939. Tomarían aún varios meses adicionales la capitulación del fascismo japonés.
El Día de la Victoria es el feriado laico más importante de la Federación Rusa. Es una fecha que une a todos sus habitantes, de los cuales puede afirmarse que no existe una sola familia que no haya perdido alguno de sus padres, tíos, abuelos, hijos o familiares en esta Guerra Patria.
Sin la participación de la Unión Soviética en la II Guerra Mundial y su extraordinaria cuota de sangre aportada (8.7 millones de soldados y 18.3 millones de civiles, para un total de 27 millones) las llamadas hoy democracias occidentales serían inexistentes.
El fascismo hubiera sido el vencedor en esta Guerra. El precio pagado por los luchadores socialistas en contra del fascismo recibió su bautismo de fuego en los tres años de duración de la Guerra Civil Española. Allí murió un millón de españoles, voluntarios internacionalistas y soldados enviados por los gobiernos fascistas de Alemania e Italia. Como parte de esos voluntarios internacionalistas combatieron por la República Española y contra el fascismo veintenas de puertorriqueños hoy casi olvidados.
Hemos percibido cómo desde Estados Unidos, a través de los medios de comunicación comerciales y oficiales de su Gobierno, se ha pretendido hacer invisible el rol determinante llevado a cabo por el Ejército Rojo de la Unión Soviética en esta guerra junto a otros luchadores clandestinos, inspirados por el ejemplo de resistencia del pueblo soviético en los países ocupados.
La memoria histórica de los pueblos en los procesos sociales y políticos, incluso en las grandes epopeyas militares de la historia, independientemente de sus gobiernos, jamás será objeto de olvido. Al recordar la gesta llevada a cabo por el pueblo soviético y su Ejército Rojo en la derrota del fascismo en la II Guerra Mundial se impone la necesidad de expresar nuestro mayor respeto y agradecimiento a su pueblo.