La analista internacional, Laila Tajeldine, afirmó este jueves que el asesinato del líder libio Muammar Al Gaddafi, forma parte de una política de terror impulsada por el gobierno de Estados Unidos (EE.UU) y sus potencias aliadas.
Durante su participación en el programa Dando y Dando que transmite Venezolana de Televisión (VTV), Tajeldine afirmó que el vil asesinato del jefe de la Revolución Verde es un claro mensaje a los gobiernos progresistas del mundo de lo que les pudiese pasar por estar en contra de las políticas del Gobierno estadounidense.
Recordó, en ese sentido, las declaraciones del presidente Barack Obama, quien luego que se hiciera pública la muerte de Gaddafi, afirmó: «Eso es lo que le sucede a todos los dictadores con mano de hierro».
Al respecto, dijo que con este mensaje, el mandatario norteamericano «le está diciendo a los gobiernos de izquierda, los vamos a perseguir y les vamos a hacer lo mismo que a Muammar Al Gaddafi».
Detalló que Estados Unidos se está dirigiendo a todos los líderes antiimperialistas, entre ellos los de Siria e Irán, así como a los integrantes del partido de Dios o Hezbollah que se encuentran en el sur del Líbano, pero el mensaje también se interpreta como «una imposición de la política norteamericana a través de la guerra«.
En ese sentido, Laila Tajeldine instó a comenzar una ofensiva de información real sobre la política de los gobiernos y de las revoluciones en el mundo, para contrarrestar la guerra emprendida por los grandes medios de comunicación internacionales que hacen ver a presidentes progresistas como dictadores y tiranos.
MÁS QUE UN ASESINATO, FUE UN MAGNICIDIO
Por su parte, el también analista internacional, Raimundo Kabchi, aseguró que la muerte de Gaddafi, más que un asesinato, fue un magnicidio cometido por la rebelión bélica de ese país «bajo la mirada complaciente de la OTAN».
Aseguró que más allá de las motivaciones políticas, lo sucedido al líder de la Jamahiriya responde a intereses económicos, ya que las potencias internacionales ofrecieron pagar 2 millones de dólares por la cabeza de Gaddafi.
Al respecto, manifestó que tal acción le recuerda a las películas de Jhon Wayne, donde las autoridades ponían precio a la cabeza de alguien para que luego mercenarios partieran a su búsqueda, con la aspiración de ganar dinero.
Por otra parte, afirmó que nunca en la historia de Libia se había cometido tantos genocidios, como los propiciados por las fuerzas aéreas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en un lapso de entre seis y siete meses de agresiones diarias, donde más de un millón de libios perdieron la vida.
Por último, denunció que la aviación invasora de la OTAN no distinguía entre gaddafistas, opositores y civiles, por lo que mató a mansalva a todo lo que estuviese frente a su avance.