Unos 300mil niños no han recibido vacuna|La poliomielitis amenaza a Afganistán

Una niña de tres años de edad reportada con poliomielitis en Kabul, la capital de Afganistán, remitió un mensaje sobre otra de las tantas calamidades presentes en el sufrido pueblo de la nación asiática. Se trata del primer caso registrado desde 2001 en la principal urbe del ocupado e invadido país, aunque la enfermedad sigue siendo endémica en el resto del territorio con tendencia a la baja.

La menor, de nombre Sakhina, se sospecha contrajo la dolencia en el vecino Pakistán, donde el flagelo se comporta de una manera más virulenta que Afganistán, en tanto que hay razones de otro orden para que la parálisis infantil sea un tema muy preocupante.

Integrante de la tribu nómada Kuchi, sus padres y parientes recorren de un lado a otro la frontera, por lo que la pista del contagio conduce al vecino Estado.

En Pakistán, las campañas de vacunación contra la poliomielitis deben escabullirse de las prohibiciones del movimiento Talibán, mientras que en Afganistán ese grupo se comporta de una manera menos exigente.

Por desgracia, cada año más de millón y medio de niños cruzan el borde fronterizo de uno y otro lado y aunque las autoridades afganas se esfuerzan por inmunizar a los menores, no ocurre lo mismo en su contraparte vecinal.

Empero, esas medidas carecen de efectividad en muchos casos, porque el cruce de la frontera en su inmensa mayoría no ocurre por los puestos aduaneros formales, sino por caminos a través de montañas y desiertos que dificulta a los trabajadores de la salud identificar los riesgos potenciales.

El Talibán pakistaní obstaculiza las campañas de vacunación que califica de práctica demoníaca cualquier ejercicio médico proveniente de Occidente.

Se estima que en Pakistán hay unos 300 mil niños que nunca han recibido una dosis contra la enfermedad dada la presión ejercida por ese movimiento político, social y militar.

Organismos internacionales especializados en la erradicación de la parálisis infantil realizan campañas sobre los efectos nocivos y hasta letales de la dolencia e incluso demandan protección para los voluntarios que se dedican a inmunizar a los menores.

Sin embargo, en la percepción del Talibán pakistaní, las vacunas forman parte de un complot encubierto para esterilizar a los musulmanes y hasta han recurrido a la amenaza o la ejecución de trabajadores de la salud.

Como resultado, Pakistán fue el único país con un aumento de casos de poliomielitis en 2013, según la Organización Mundial de la Salud, y el panorama continúa siendo desolador, pues de mantenerse esa disposición de los irregulares, el futuro de la nación se ve comprometido.

El ministerio afgano de Salud considera que la persistente oposición del Talibán pakistaní constituye una amenaza y socava los esfuerzos para erradicar la poliomielitis en Afganistán.

La titular del sector, Soraya Dalilhas, no ceja en el combate a la enfermedad mediante la vacunación a todos los menores de cinco años de edad, período en el cual los virus atacan con mayor facilidad y asegurarse que sea un caso aislado el de Sakhina.

T y F/ Prensa Latina