Terrorismo mediático arremete contra proceso de reestructuración de la deuda venezolana

Este lunes 13 de noviembre, tras una reunión en Caracas entre la Comisión Presidencial para la Reestructuración de la Deuda y tenedores de bonos y acreedores, el Gobierno Bolivariano emitió un comunicado oficial donde calificó de éxito esta cita.

“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela quiere informar al mundo que hoy, en el Palacio de Gobierno de Miraflores, se inició con rotundo éxito el proceso de refinanciamiento de la deuda externa de Venezuela, como estrategia para cumplir cabalmente con nuestras obligaciones, pese a los intentos por impedirlo que ha realizado la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de la Administración Trump, en un intento de agredir la economía de Venezuela y entorpecer lo que ha sido una constante en la conducta de nuestra Patria respecto a sus compromisos: los hemos honrado, más allá de las dificultades que atravesemos y de los bloqueos que intenten perpetrarse con aviesas intenciones”, destaca el documento.

El texto prosigue recordando que en los últimos 36 meses, Venezuela pagó por concepto de capital reembolsado y de intereses, la cantidad de 73 mil 359 millones de dólares; sin embargo, una consecuencia inmediata de cada pago y de cada cumplimiento fue el aumento del riesgo país por parte de calificadoras de riesgo debido a la conspiración financiera contra la Revolución Bolivariana.

En el encuentro “participaron tenedores de deuda venezolana provenientes de Venezuela, Estados Unidos, Panamá, Reino Unido, Portugal, Colombia, Chile, Argentina, Japón y Alemania” y el balance fue el de una reunión “altamente positiva y muy auspiciosa”.

Sin embargo, los medios internacionales enfatizaron que durante la cita no se llegó a ningún acuerdo por lo que algunas reseñas llegaron a decir que se trató de una “pérdida de tiempo”.

Mientras, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA) decidió posponer hasta mañana jueves evaluar el retraso del pago de títulos de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) sin ningún apresuramiento.

Default restringido

Cables internacionales informaron que la agencia Standard & Poor’s rebajó el lunes, tras la reunión, la calificación soberana de Venezuela a largo y corto plazo en moneda extranjera a “SD/D” desde “CC/C”, y Fitch Ratings también colocó la nota de la deuda de la petrolera estatal venezolana Pdvsa en la categoría de incumplimiento restringido (RD) por el retraso en el pago de bonos en dólares.

El lunes también la calificadora de riesgo china Dragong Global Credit Rating Co. Ltd., incluyó a Venezuela en su lista de revisiones negativas, ya que debido, entre otros aspectos, a la depreciación del bolívar y la caída de las reservas internacionales, el país tiene alto riesgo de incumplir los futuros pagos de deuda.

El término “default restringido” ha sido utilizado de manera abusiva por la gran prensa internacional para intentar posicionar la matriz de la bancarrota del Estado venezolano y el quiebre financiero de la Revolución Bolivariana.

El martes 14 de noviembre, la empresa estatal Petróleos de Venezuela indicó que ya había procesado el pago de capital de los bonos Pdvsa 2017 y 2020.

“Aclaramos, ante el mercado financiero internacional, que el pago de capital de Pdvsa 2017 y 2020 también fue con éxito», indicó la petrolera socialista en su cuenta oficial en Twitter.

También notificó que pagó los intereses del bono Pdvsa 2027. Los bonos 2020 y 2017 debían ser cancelados el 27 de octubre y el 2 de noviembre, por tanto y sin lugar a dudas hubo un breve retraso.

¿Pero significa eso que el país cayó en default?
El uso de este término para referirse a la actual situación de Venezuela se trata sin duda de terrorismo mediático y financiero con fines desestabilizadores.

De este modo, el diario especializado en el tema Financial Times colocó un enorme titular en su portada para anunciar el “default” de Venezuela. De nada vale explicar que no se trata de un impago total sino restringido, la palabra default queda grabada en la psiquis del lector y es casi imposible no recordar a Grecia y Argentina. Ese no es el caso de Venezuela. Pero, como dice el refranero popular, no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar. La agencia AFP va más allá con una irrespetuosa infografía donde “explica” que el Gobierno Bolivariano buscaría caer en default, sin importar las consecuencias y el daño a la economía, solo para mantenerse en el poder y financiar las futuras campañas electorales.

Manipulación mediática

Especialistas en análisis de contenido, no afectos al Gobierno Bolivariano, como Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, expresó ante el escándalo mediático con el término default: “Hay una diferencia gigante entre impagar una deuda y pagarla tarde. Ambos son una ruptura de las condiciones establecidas, pero nadie embarga por el retraso de un pago que al final se hizo”.

De este modo, Vicente León también salió al paso a algunos comentarios de representantes de la ultraderecha que dieron por un hecho concreto el supuesto default de la República. “La declaratoria de default por retraso puede activar los pagos de los derivados (seguros de default), pero difícilmente activará una solicitud general de aceleración de cobros del bono, pues los tenedores adelantarían un default real que les afecta”, indicó.

“Un tenedor de bonos venezolanos, que se pagaron tarde y se declaran en default teórico, es el último interesado en que se acelere una demanda por default real y el Gobierno venezolano ahora sí pare los pagos que ha seguido haciendo y ofrece hacer. Todos perderían”, prosiguió en analista.

“Lo que sí esta claro es que el mercado se enrarece y llena de ruidos. Con más desconfianza sobre el futuro de la deuda venezolana, los precios de los bonos se desploman. Algo que tampoco afecta, por ahora, el flujo de caja de Venezuela y podría facilitar la recompra a sus aliados”, manifestó en su cuenta Twitter.

A los bonistas no les importa

Por su parte, el periódico especializado en el tema El Financiero, de México, aseguró: “Venezuela y su compañía estatal de petróleo están oficialmente en cesación de pagos. Sin embargo, a los bonistas en realidad no les importa. Para la mayoría de ellos, las declaraciones del pasado lunes de las agencias S&P Global Ratings y Fitch Ratings solo confirmaron lo que ya sabían: Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) y el Gobierno están retrasados en los pagos de la deuda en medio de una crisis de efectivo sin precedentes y dificultades para obtener dinero a través de la cadena de intermediarios”.

“Lo que realmente les importa es que los funcionarios del Gobierno continúen insistiendo en que cumplirán sus obligaciones y de hecho parecen estar haciendo esfuerzos decididos para hacerlo”, resalta la publicación mexicana.

Sucede más de lo que se dice

En 2015, y ante la cantidad de eventos financieros de este tipo que se registraban en el mundo en medio de la crisis estructural del capitalismo, en un estudio difundido por la BBC, los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, en EE.UU., contabilizaron la cantidad de defaults de deudas soberanas (las declaradas por Estados) desde 1800 hasta la década de 2000.

Rogoff y Reinhart señalaron unas 250 cesaciones de pagos en 200 años, es decir, un promedio de más de una por año.

La conclusión de los investigadores de Harvard, según le contó el propio Rogoff a BBC Mundo, es que los defaults son inherentes a la economía global y no son tan raros y anormales como algunos países centrales, economistas ortodoxos y medios de comunicación quieren hacer parecer.

Y más si se trata de un default restringido como fue “calificado” el de la deuda venezolana.

En abril de este año, la misma agencia de calificación de riesgo, Fitch Ratings, colocó a El Salvador en la categoría de “default restringido” y en mayo se la retiró. Las autoridades salvadoreñas han declarado que su país, tras este episodio, va rumbo al fortalecimiento y la recuperación de su economía.

¿Pero sabía usted que en 2011, esta misma calificadora advirtió al Gobierno de Estados Unidos que estaba a punto de caer en default restringido? Es una situación más normal de lo que parece y no genera tal despliegue mediático si se trata de otros países, pero si se trata de Venezuela sí, porque detrás hay una intencionalidad política: desprestigiar el proyecto socialista bolivariano.

 

Oportunidad de oro

Para el economista Manuel Sutherland, de la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista (ALEM), esta situación es sin duda una oportunidad de oro para llevar el debate de la deuda externa a las calles. “Es necesario involucrar a todos los sectores de la sociedad en la discusión de las finanzas públicas, a los trabajadores, sindicatos, gremios, empresas públicas y privadas”, resaltó.

“La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) debería ser el canal para abrir este debate donde además de participar el pueblo sería bueno traer a expertos como Éric Toussaint, partidario de que los países en desarrollo no paguen una deuda que es ilegal”, destacó Sutherland. Toussaint es portavoz de la red internacional del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (Cadtm). Desde hace décadas es activista por la anulación de la deuda de los países del Sur y las deudas públicas ilegítimas de los países del Norte.

“La prensa amarillista busca generar desconfianza en los tenedores de bonos para generar pánico y presionar, por eso debemos informar muy bien a la gente de lo que está pasando y combatir esta campaña de desinformación destinada a afectar nuestra economía”, concluyó.

T/ Modaira Rubio
F/ Agencias
Caracas