La ciudad española de Granada, capital de la provincia homónima (sur), amaneció este martes con una gran acumulación de basura en las calles, debido a la huelga protagonizada por los trabajadores del servicio de limpieza urbana, desde hace ocho días, en protesta contra la medida gubernamental que provocó una reducción de sus salarios y beneficios.
Los trabajadores de Inagra, concesionaria del servicio de recolección de desechos urbanos, se reunieron el día lunes con un Comité de la empresa, con la mediación del Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales.
El encuentro no generó conclusiones positivas ni soluciones al problema, motivo por el cual el sindicato de trabajadores advirtió que la huelga continuará de forma indefinida.
Según estimaciones sindicales, actualmente debe haber más de mil 400 toneladas de basura acumuladas en toda la ciudad,
El responsable de la sección sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Inagra, Martín Ángel Ruiz, adelantó que los empleados seguirán “defendiendo sus reivindicaciones”. No obstante, el presidente del comité de la empresa, Eduardo Aragón, considera que “las exigencias son muy altas”.
Hasta la fecha, la última propuesta de la empresa fue una reducción salarial del 2.5 por ciento -en lugar del cinco por ciento actual-, congelación del Índice de Precios al Consumo (IPC) por cuatro años y que la jornada laboral en festivos no sea retribuida. El sindicato califica las propuestas como inaceptables.
El paro es secundado por la totalidad de la plantilla, a excepción de los operarios que componen los servicios mínimos, fijados en 30 por ciento.
Al margen de la huelga está la limpieza de hospitales, mercados, abastos y mataderos, donde las prestaciones funcionan en su totalidad, informó la UGT.
En cambio, las zonas más turísticas de Granada se mantienen limpias, gracias a los servicios mínimos. Sin embargo, la agencia Prensa Latina reseñó que los desperdicios ya comienzan a acumularse en el centro de la ciudad.
Los ayuntamientos y las comunidades autónomas están recortando sus presupuestos, presionados por el Gobierno central de Mariano Rajoy, que exige una reducción del déficit público. Estas medidas generan un creciente malestar social.
En noviembre pasado, la ciudad de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz (sur), vivió una huelga similar a la de Granada, que llevó a sus habitantes a prender fuego a los desbordantes contenedores de basura y a enfrentarse con las autoridades policiales.
El sector de la limpieza de hospitales y escuelas de otras comunidades autónomas españolas se han declarado también en paro en los últimos meses, en rechazo a las impopulares medidas de austeridad decretadas por el Gobierno de Rajoy.