Más de 1.000 personas fueron desalojadas de sus viviendas en la noche de este domingo a causa de un incendio forestal en la provincia de Alicante, en el este de España.
El fuego ha calcinado ya más de 300 hectáreas, principalmente en los turísticos municipios de Jávea y Benitachell. Las llamas afectaron a algunas viviendas y también a un parque natural, el de La Granadella.
La hipótesis que se sopesa es que el fuego fue intencionado ya que se originó de forma casi simultánea en cuatro puntos distintos. La Guardia Civil trata de identificar y detener a la persona que lo ocasionó, según informó este lunes el delegado del Gobierno en la región de la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues.
Las altas temperaturas, de más de 30 grados centígrados, y los cambios de viento dificultan las tareas de extinción en la zona.