La excanciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, enfrenta este miércoles la la última fase de un juicio político por supuesto incumplimiento de sus funciones cuando estuvo en el cargo durante un año en 2017.
Los legisladores que respaldan el juicio la acusan de cometer irregularidades en el proceso de concesión de asilo y nacionalidad al fundador de Wikileaks, Julian Assange y de haber enfrentado de manera indebida la crisis en la frontera con Colombia, cuando secuestraron y asesinaron a un grupo de periodistas del diario El Comercio en 2018.
“Las acciones de la excanciller muestran que la funcionaria antepondría sus afinidades ideológicas antes de los intereses del país al darle la nacionalidad a Assange”, sentencia un informe preparado por los asambleístas que fue leído ante la Asamblea Nacional.
Espinosa, quien es ahora presidenta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, comparecerá por videoconferencia ante el cuerpo legislativo una vez el pleno haya leído el informe de la Comisión de Fiscalización que recomienda su censura y hasta la impugnación de su cargo en la ONU. Para que esto suceda, se necesitan 92 votos.
En su defensa, entregada a la comisión, la excanciller pidió que se archivara la solicitud de juicio político ya que considera que se trata de una persecución en su contra, al igual que defendió el haberle otorgado la nacionalidad a Assange.
«Es lamentable que este tipo de acciones motivadas por la persecución y la revancha política de parte de ciertos partidos, desvituen y desacrediten el necesario rol fiscalizador de la Función Legislativa, además de confundir e irrespetar a la opinión publica nacional», indicó.