Disminuir el consumo de carne roja y aumentar la ingestión de proteínas de alta calidad, bajas en grasa, así como pescado, pollo y productos lácteos descremados, ayudaría a reducir la epidemia de diabetes tipo 2, asegura un estudio realizado por la Universidad de Singapur.
Los investigadores trabajaron con una muestra de 26 mil 357 hombres y 48 mil 709 mujeres, controlando sus índices de salud durante cuatro años, al tiempo que registraban sus hábitos alimenticios y, en particular, la cantidad de carne de res que consumían, publica la revista JAMA Internal Medicine.
Los voluntarios que en un determinado momento empezaron a ingerir media porción más por día de carne, incrementaron un 48 por ciento el peligro de padecer de este mal, en comparación con los que disminuían igual porción, que bajaban en un 14 por ciento el peligro de desarrollar este mal, destaca la investigación.
“Nuestros hallazgos confirman con mucha certeza la asociación entre el consumo de carne roja y la diabetes tipo 2 y también avalan que ingerir menor carne roja previene esta patología”, afirman los expertos.
Precisan los científicos que la causa de esta asociación entre carne roja y diabetes no se halla en el tipo de proteína que aporta este alimento sino en las grasas que se encuentran entre las fibras musculares.
Detallan que el problema en sí se encuentra en la alta proporción de grasas saturadas y grasas totales que contiene la carne de res.