Columna Camarada llamarada |Exceso de futuro (Opinión)

Parafraseando al poeta y su exceso de presente, esta semana conmemoramos el nacimiento del Maestro de Maestros, el que sueña con futuros inciertos y se crea un universo ideal donde hacer reales los postulados de igualdad, fraternidad y libertad, esgrimidos por las revoluciones modernas para hacer Repúblicas.

En ese universo que intentó una «educación popular», en los albores del siglo XIX, no importaba el género ni la condición social para recibir una formación emancipadora. “El loco Simón” lo llaman algunos que no entienden que la revolución se hace de raíz o no se hace y que de nada habría servido levantarse en armas y hablar de independencia, si al hacerlo seguiríamos siendo esclavos por ausencia de educación y de conciencia de clase.

Nos cuenta Eduardo Galeano en sus Memorias del fuego que la aristocracia de la época decía que en la Escuela del roussoniano Don Simón en Chuquisaca, «niños y niñas se sientan juntos, todos pegoteados; y para colmo, estudian jugando»… para aprender a pensar, a preguntarse el por qué de las cosas, formándose en la teoría y en la práctica de algunos oficios, los hijos de alcurnia y los de las calles, con las mismas oportunidades, recibiendo incluso el alimento.

Estamos a ocho años de haber sido declarados «territorio libre de analfabetismo». Los analfabetas funcionales que no ven más allá de lo que les permiten, lo desmienten. Sin embargo, lo escribió en una carta Koichiro Matsuura, director para el 2005 de la Unesco, felicitando al presidente Hugo Chávez y a Venezuela por los logros en el objetivo de la «Educación para Todos», para la erradicación de la pobreza en las Metas del Milenio.

Hace algunos años, en el exceso de pasado de la IV República, decía el Cantor del Pueblo que «somos esclavos de esclavos, nuestro amo tiene amo», pues estamos sumidos en una esclavitud de valores y de conciencia que debe ser rescatada incluso para la sobrevivencia de la especie humana, lo que en esta V República, camino al socialismo, es compromiso del Gobierno Nacional.

Hoy le decimos a Alí, que en este exceso de futuro que hemos ideado con la Revolución Bolivariana de albores del XXI, las floras, los ceferinos, los juanbimbas, estamos recibiendo esa educación liberadora, creadora, integral, de justicia social, que nos ayudará a romper las cadenas, porque la Patria es el hombre nuevo.

T/ Carolina Escarrá Gil
cescarragil@gmail.com