Caracas reúne por primera vez a estudiosos en un congreso|Expertos latinoamericanos hacen sus aportes teóricos sobre la música popular

La reunión de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular termina este sábado

La novena edición del Congreso de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular IASPM-AL (en sus siglas en inglés), que por primera vez toca Venezuela, reúne a 130 ponentes extranjeros y una veintena de venezolanos, que traen sus investigaciones históricas, sociológicas y musicológicas sobre la riqueza temática de la música popular. El evento que se realiza en la Universidad Central de Venezuela finaliza este sábado.

Nelson Blanco, músico venezolano, psicólogo y presidente de capítulo Venezuela de la IASPM, presentará este viernes la ponencia titulada “Una formación musical popular para la vida”, sobre una propuesta de estudios musicales para la tercera edad, a través de los ritmos populares y con un régimen más flexible, sencillo y corto que los estudios convencionales. El principal beneficio es de tipo terapéutico, además de constituir una alternativa ocupacional para este sector la población, comenta el docente

HIMNOS Y CANTOS
DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

De España, participa Marco Antonio de la Ossa, quien presentó la ponencia “El gagá dominicano, sincretismo, vudú y ritmo en la República Dominicana”. El musicólogo desarrolló su estudio en un batey dominicano-antiguos emplazamientos de los trabajadores de caña de azúcar-donde aún perdura este “rito muy emparentado con África, con el esclavismo y con la tradición haitiana”, proveniente de la inmigración de los años 20 y 30 del siglo XX.

Este género se ubica entre lo tradicional y lo popular, y se liga al vudú. El investigador realizó un trabajo descriptivo desde la visión antropológica y musicológica.

Pero la más reciente investigación del estudioso español es sobre la música de la Guerra Civil Española que constituyó el tema de su tesis doctoral, en la que desentrañó el papel de la música de los dos bandos en guerra, los nacionalistas y los republicanos, caracterizada por un uso propagandístico de las notas en el pentagrama.

En cuanto a qué pasó con la música de los que perdieron la guerra, es decir de los republicanos, el investigador explica que “quedó un poco relegada a las cárceles y al exilio”.

Agrega que los brigadistas internacionales (un cuerpo de voluntarios provenientes de varias naciones) que lucharon con los republicanos en la Guerra Civil, llevaron también sus cantos, “con lo que se generó un corpus musical completo, muy híbrido e interesante”, explica de la Ossa.

SANDRO EL “CABECITA NEGRA”

El sociólogo Pablo Alabarces, de Argentina, habló de su ponencia titulada “La música popular y los estudios sobre cultura popular y subalternidad”. El investigador utilizó como caso de estudio al cantante Sandro con un análisis de su trayectoria artística.

“Sandro era un ‘cabecita negra’ tal como se entiende en Argentina a los originarios de las clases populares (debido al color de su cabello negro o más oscuro), y la industria cultural le fabricó durante los años 60 una identidad vicaria de gitano, que aunque es plebeya y subalterna está menos estigmatizada”, para finalmente convertirlo en “una mercancía exitosísima”.

Explica Albarces que “Sandro reaparece en los 90, época neoconservadora, transformado en un ídolo indiscutible, debido a que se activa un “proceso en que las clases medias y medias altas toman prácticas, bienes, tradiciones, repertorios, hasta vestimenta y consumo tradicionalmente de las clases populares”, dice.

Pero advierte que este fenómeno de “plebejización” el cual “no significa que las sociedades sean más democráticas”.“Nuestras sociedades son más desiguales y solo parecen, culturalmente, más democráticas”, acota.

LOS JÓVENES CORDOBESES BAILAN LA CHACARERA

El sociólogo Claudio Díaz, de Córdoba, Argentina, presentó su trabajo sobre “Danza, identidad y sentido en las peñas folclóricas de Córdoba”, que describe el fenómeno cultural, en el que la población joven y mayoritariamente universitaria o relacionada con la universidad de esa localidad, asiste a peñas-lugares de esparcimiento nocturno-donde se bailan los géneros del folclore argentino como la chacarera, zamba, cueca y gato. Lo llamativo es que las peñas se han convertido en lugares de baile-antes se iba solo a oír-, y los jóvenes prefieren estos lugares a un discoteca.

El gusto por el folclore, cuenta el sociólogo, proviene de una experiencia infantil que se “resignifica” al tener  contacto con el entorno universitario. También los jóvenes han encontrado en el baile de estos géneros un espacio “donde pueden expresar cosas que tienen que ver con la comunicación, con el acompañante, porque estos bailes folclóricos son en pareja; en otro tipo de baile más moderno esta posibilidad se ha perdido”, explica.

EL ESTEREOTIPO LATINO EN EL WORLD MUSIC

El etnomusicólogo alemán Matthias Lewy, expuso su investigación sobre la construcción del estereotipo latino y su uso en la clasificación de World Music que manejan las disqueras.

Lewy plantea tres aspectos de ese estereotipo relacionado con la idiosincrasia, la música y el idioma. Ha observado que se da menos importancia a la música para categorizar como latino a una agrupación, pone por ejemplo a Masseratti 2lts que hace una música de lounge y cantan en inglés pero como tienen pasaporte venezolano es suficiente para etiquetarlos como música latina.

Lewy considera que a veces es necesario hacer uso de estos estereotipos para poder penetrar en los mercados, aunque sea a través del nicho de World Music.

T/Florángel Gómez
F/Héctor Rattia
Caracas