El fuerte crecimiento de las exportaciones de Bolivia se consolidó en el primer semestre del 2012 con un aumento de 25 por ciento sobre igual período del año anterior, lo que refuerza la confianza gubernamental de superar por primera vez este año la cifra de 10.000 millones de dólares.
Las ventas bolivianas al extranjero, dominadas por el bombeo de gas a Argentina y Brasil, habían alcanzado en el 2011 el récord de 9.109 millones de dólares, valor equivalente a casi la mitad del pequeño Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dijo el martes que las ventas bolivianas al extranjero sumaron 5.135 millones de dólares en el período enero-junio reciente, apuntaladas por un salto de casi 51 por ciento del valor del gas que compensó con creces una caída de casi 20 por ciento de los minerales.
En el primer semestre del 2011, el valor de las exportaciones había llegado a 4.110 millones de dólares.
El INE reportó que el valor de las exportaciones de gas de los primeros seis meses de este año trepó a 2.488 millones de dólares, desde los 1.651 millones de dólares de similar período del 2011.
La exportación de minerales, fundidos y en concentrados, alcanzó en el primer semestre del 2012 un valor de 1.316 millones de dólares, frente a los 1.613 millones de dólares de un año antes.
Mientras la industria del gas está manejada por la estatal YPFB desde una nacionalización del 2006, la minería sigue dominada por transnacionales como la japonesa Sumitomo y la estadounidense Coeur D’Alene, que concentran su actividad en la producción de zinc, plata y plomo.
El reporte del INE agregó que el aumento de las exportaciones fue impulsado también por la industria manufacturera, cuyas ventas al extranjero tuvieron un crecimiento interanual de 39 por ciento para alcanzar en el primer semestre del 2012 un valor de 1.367 millones de dólares.
El aumento de las exportaciones va en línea con un ambicioso programa macroeconómico del Gobierno izquierdista de Evo Morales, que prevé para el 2012 un crecimiento de 5,5 por ciento del PIB y una inflación de no más de 5,0 por ciento.
Fuente/Reuters