Este domingo|Exprimer ministro egipcio acusa de sectarismo a Hermandad Musulmana

El candidato presidencial egipcio Ahmed Shafiq, afín al depuesto Hosni Mubarak, descalificó hoy a su contrincante en la segunda vuelta electoral Mohamed Morsy, y tildó de retrógrada y sectaria a la Hermandad Musulmana (HM).

«Yo represento el avance, la Hermandad representa el retroceso; yo represento la transparencia, la Hermandad, la oscuridad y el secretismo», afirmó Shafiq, el último primer ministro que designó Mubarak días antes de ser forzado a renunciar por una revuelta popular.

En rueda de prensa en esta capital con el claro propósito de responder a declaraciones de ayer de Morsy, el exmilitar se definió como hombre que promoverá «el diálogo y la reconciliación» frente al «hermetismo y la venganza» del grupo islamista.

Aseveró que la Hermandad Musulmana (HM) y su brazo político, el Partido Libertad y Justicia, quieren convertir a Egipto en un país «religioso y sectario», e insinuó que Morsy será una marioneta o «presidente en teoría, porque lo guiarán otros».

Shafiq evitó abordar en plena campaña presidencial con una crítica o defensa de la condena a cadena perpetua dictada ayer por el Tribunal Penal de El Cairo contra Mubarak y el exministro del Interior Habib El-Adli por su responsabilidad en la muerte de manifestantes en 2011. Tampoco se pronunció sobre la absolución a los hijos del expresidente, Gamal y Alaa, y a seis oficiales de las fuerzas de seguridad central por la represión a quienes se sublevaron contra el anterior gobierno, que se saldó con más de 850 muertos en 18 días.

No obstante, urgió a su adversario de la HM a no utilizar con fines electorales el tema de la sentencia, que desató una ola de protestas en calles y plazas de todo el país por segundo día consecutivo, particularmente en la capitalina Plaza Tahrir.

Morsy estuvo anoche en Tahrir y antes prometió que si resulta electo, ordenará un nuevo juicio a Mubarak y a los seis oficiales para que la sentencia sean más severa, como volvieron a reclamar hoy miles de egipcios partidarios de aplicar la pena de muerte.

Por su lado, Shafiq aseveró que no tiene intención de «reproducir el antiguo régimen» y, si resulta vencedor, se empeñará en «dirigir el cambio hacia un Egipto nuevo que mire hacia el futuro».

El exprimer ministro remarcó que en su eventual mandato «no se descartará a ninguna fuerza política que no esté de acuerdo conmigo, ni se detendrá o perseguirá a ningún político que se oponga a mí».

Entretanto, el fiscal general de Egipto, Abdel Meguid Mahmoud, aseguró hoy que apelará las sentencias absolutorias dictadas el sábado en el caso Mubarak, y ordenó mantener el arraigo en el país impuesto en febrero de 2011 a los seis generales exculpados.

La defensa del exmandatario también anunció que recurrirá el fallo, mientras en las calles se generaliza la frustración y el descontento populares por la que califican de «condena indulgente».

Texto/Prensa Latina