Exsecretario de Estado Mike Pompeo revela su plan para destruir el proyecto bolivariano

«En la administración de Trump, no podíamos tolerar que una nación a solo 1,400 millas de Florida extendiera la alfombra de bienvenida para Rusia, China, Irán, Cuba y los cárteles, en una violación de la Doctrina Monroe del siglo XXI. Llegamos a la conclusión de que, si no se aborda, el problema de Venezuela se agravaría con terribles consecuencias de seguridad para el pueblo estadounidense y nuestro hemisferio», detalló el exsecretario de Estado del presidente Donald Trump y exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo.

Las declaraciones las realizó el exdirector de la CIA en su libro «Nunca cedas un milímetro: Luchando por la América que amo», donde reveló planes y acciones de presión para debilitar y derrocar al mandatario nacional Nicolás Maduro, entre ellas el bloqueo económico y financiero y el desconocimiento de su legitimidad como jefe de Estado. Además, revela que Estados Unidos (EEUU) le dio mil millones a la oposición extremista vinculada a Juan Guaidó.

«Para el año 2018, con nuevas elecciones en Venezuela a punto de ocurrir, «creímos que teníamos la oportunidad de ayudar al pueblo venezolano a recuperar su país de un dictador. Al apoyar a la oposición y presionar económicamente a Maduro, esperábamos enderezar el barco venezolano y forzar su salida. Esperábamos hacerle la vida tan miserable al régimen que Maduro y sus matones tuvieran que hacer un trato con la oposición. Si Maduro quería vivir en un castillo suizo por el resto de su vida, estábamos dispuestos a dejarlo, siempre que Venezuela pudiera volver a la normalidad», detalló.

Presión económica y reconocimiento a Guaidó

Pompeo manifestó «que el presidente Trump, John Bolton, y su persona sugieren la opción militar para Venezuela, como medida de presión, sin embargo, en mayo de 2018 el pueblo de Venezuela votó en una elección presidencial, por lo que Estados Unidos, junto con otras 11 democracias del hemisferio, llamado Grupo de Lima, presionó a Maduro para que renunciara».

Pompeo indicó que en 2018 el imperio norteamericano logró ejercer las mayores presiones económicas en contra del pueblo venezolano para incidir en las elecciones presidenciales de ese año y es que, en su desespero, los llevó a promover un gobierno ilegitimo que le ha costado mucho dinero, esfuerzo, el robo del capital venezolano y más.

«Estados Unidos enfrentó un difícil punto de decisión sobre reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela; por eso el 23 de enero, vimos a un líder opositor relativamente desconocido de 35 años de edad llamado Juan Guaidó y gracias a nuestro hábil diplomático, el embajador Jimmy Story, hizo magia para ayudar a alinearnos tras la figura de Guaidó; pues Estados Unidos siempre está buscando líderes prometedores en los lugares “difíciles” como Venezuela, Irak, Líbano y Somalia. Por ello, después de investigar a Guaidó, decidimos que podíamos correr con él durante los siguientes meses, por eso Estados Unidos montó una fuerte campaña de presión sobre el régimen de Maduro», cita el texto.

Al respecto, Pompeo explicó que la Casa Blanca impuso una serie de fuertes sanciones contra la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y confiscó bienes y fondos venezolanos en el extranjero, que aún mantiene ilícitamente retenidos. La meta, según Pompeo, era quitarle al Gobierno venezolano la capacidad de conseguir divisas y evitar que exportara “sus principales generadores de dinero: el petróleo y el oro”.

Es así como en «Nunca cedas un milímetro: Luchando por la América que amo», Pompeo manifestó que en su afán de salir del presidente Nicolás Maduro se planificó, organizó y financió el secuestro del diplomático Alex Saab, como una nueva arremetida para el pueblo venezolano y, «para el mes de junio del año 2020, recibí una llamada de Elliott Abrams, donde me informó que tenían la oportunidad de atrapar al diplomático Alex Saab, quien mientras estaba en una misión de ayuda humanitaria para Venezuela fue aprehendido de manera ilegal una pequeña nación insular en el Océano Atlántico».

«Llamé al fiscal general Bill Barr e hice arreglos para que nuestro embajador en Cabo Verde y el Departamento de Justicia presentara los documentos para la extradición de Saab a los Estados Unidos. Basta decir que ningún otro nación tiene el alcance global para interrumpir un complot iraní-venezolano en tiempo real y convencer a una pequeña nación isleña de retener a un hombre buscado. Es posible que nunca sepamos cuánto dinero mantuvimos fuera de las manos de los iraníes y cuánto petróleo mantuvimos alejado de Maduro; Saab, quien ahora está en la cárcel en los Estados Unidos por cargos de lavado de dinero», dijo.

De la manera más errática el exjefe de la CIA refiere en su texto que el dinero, «era solo una forma de nuestro apoyo. En abril 2019, visité la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta con el presidente colombiano Iván Duque, a ver cómo Estados Unidos podría mejorar nuestros esfuerzos para ayudar a los refugiados venezolanos que habían huido del régimen opresor de Maduro. Encontrarme ese día con familias que habían tomado la difícil decisión de huir reforzó la necesidad de enfrentar a su régimen».

Ahora bien, en menos de una semana Estado Unidos ha dejado al descubierto una vez el plan para destruir el proyecto bolivariano y su plan de financiamiento económico de Donald Trump a la oposición radical para quebrantar el hilo constitucional con la intensión de insistir en la política de la Revolución Bolivariana.

F/VTV