El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, calificó el reciente anuncio del Gobierno de Colombia de extraditar a Venezuela al narcotraficante Walid Makled como la reafirmación de la voluntad política que comparte junto a su homólogo neogranadino, Juan Manuel Santos, de no permitir el descarrilamiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
“Este anuncio tiene la mayor importancia y reafirma la voluntad política común y compartida, por el Presidente Santos y por este servidor, de no dejarnos descarrilar: la voluntad política que es necesaria para que el vigoroso proceso de relanzamiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela prosiga su curso, fortaleciendo la confianza entre nuestros dos países”, apuntó el presidente en su columna dominical las Líneas de Chávez.
Al ratificar la necesidad de que el narcotraficante Walid Makled responda ante la justicia venezolana, el Primer Mandatario Nacional advirtió que el imperio norteamericano pretende que este capo sea extraditado a Estados Unidos para desprestigiar a la Revolución Bolivariana y así incluir a Venezuela en la lista negra de países que apoyan al narcotráfico.
“No se olvide que la canalla mediática, nacional e internacional, ha venido posicionando la imagen de Venezuela como un Estado delincuente, obedeciendo a la estrategia imperial de crear las condiciones para una intervención militar. En último término, se trata de llevar a este servidor ante la Corte Penal Internacional”, manifestó.
Frente a este escenario, el líder de la Revolución Bolivariana dijo que el imperio norteamericano fracasará en su intento de reeditar el trágico escenario de Panamá en 1989, pues acotó que en Venezuela existe un pueblo y una Fuerza Armada cohesionada y dispuesta a hacer respetar la soberanía nacional.
“Creo en la palabra del Presidente Santos. Y tengo la certeza de que el Gobierno de Colombia no se va a prestar a este nauseabundo juego de Washington a través de sus laboratorios de guerra sucia”, señaló.
El 20 de diciembre de 1989 Estados Unidos invadió Panamá con el propósito de “capturar” al General Manuel Antonio Noriega, quien era requerido por la justicia estadounidense acusado del delito de narcotráfico.