La recesión económica mundial ha golpeado fuertemente el sistema de vida de las europeas y los europeos, y en especial, de las españolas y los españoles. La crisis ha causado estragos en el quehacer diario de las ciudadanas y los ciudadanos, quienes constantemente buscan nuevas formas para sobrevivir ante tal situación.
Pero los efectos de la crisis en España traspasan las fronteras, pues ha disminuido el envío de remesas hacia los países de origen. Según cifras del Banco de España, los aportes enviados por las trabajadoras y los trabajadores extranjeros que viven en España disminuyeron en un 9,7% en el año 2009. En el 2007, los envíos de remesas alcanzaron una cifra de 8.449 millones de euros; en el 2008 se mostró un descenso, y se ubicó en 7.898 millones. En el año 2009 los envíos fueron de 7.131 millones de euros.
OPTIMISMO PESE A TODO
La población europea se muestra optimista con respecto a la crisis, pero está muy preocupada, de acuerdo con los resultados del Eurobarómetro publicado en el otoño del 2009. La falta de empleo (51% de los encuestados), la inflación (19 %) y la delincuencia (19%) son las principales inquietudes.
Los países que componen la Unión Europea integran una de las regiones más ricas e importantes del mundo, pero pese a ello, el 17% de las europeas y los europeos carecen de los recursos necesarios para cubrir sus necesidades primarias. Casi 80 millones viven en el umbral de la pobreza o por debajo de él, y muchos tienen dificultades para acceder al empleo, la educación, la vivienda y los servicios financieros. Eurobarómetro reflejó que el 66% de las españolas y los españoles considera que la pobreza está muy extendida en España.
El Boletín Económico elaborado por el Banco de España en marzo de 2010 puso en evidencia que el 18,6% de la población (más de 4 millones de personas) se encuentran desempleadas, cifra que ha sufrido una disminución de 3,1% con respecto al año 2009. El número de afiliados a la seguridad social ha disminuido en un 3%.
El desempleo ha llevado a muchas y muchos españoles a congelar sus sueldos o a no tener exigencias laborales con la finalidad de no pasar a engrosar la lista de desempleados. “Antes, podías darte el lujo de dejar un empleo, ya que había muchas oportunidades de trabajo, pero ahora debes aguantarte lo que sea para conservarlo”, dijo Xavier Castillo, habitante de Barcelona.
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en su informe de 2010, estima que Irlanda y España serán los últimos países en salir de la crisis. El PIB sufrirá una baja de 11,8 y 10,6 puntos respectivamente.
En el capítulo dedicado a España, el informe de la OCDE indicó que este país no ha llevado a cabo suficientes reformas en la educación ni en el mercado de trabajo, por lo que los gobiernos van a verse sometidos a presión para aplicar medidas que reduzcan la utilización de la fuerza de trabajo.
INMOBILIARIAS HAN CERRADO
La venta de apartamentos se ha desplomado con la crisis. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística de España, la compra y venta de viviendas cayó en un 24,9 % durante el año 2009.
Esta situación ha llevado a la quiebra a más del 70% de las agencias inmobiliarias, lo que ha traído consigo el despido de aproximadamente 180 mil trabajadoras y trabajadores. “Está muy difícil vender una vivienda. Con esta recesión la personas no se atreven a gastar lo poco que tienen ni a solicitar créditos porque no saben si mantendrán el empleo”, expresó Santiago Soler, agente inmobiliario.
Para mantenerse en el mercado, las inmobiliarias han tenido que diversificarse y reforzar el área del alquiler de viviendas, la cual les ha permitido subsistir durante este largo periodo.
La crisis económica en España no deja de lado a las y los inmigrantes, quienes también sufren los efectos de una economía estancada, pues el desempleo afecta a casi 1,2 millones. Un estudio elaborado por la Fundación Cidob de Barcelona y coordinado por Eliseo Aja, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona; Joaquín Arango, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid; y Joseph Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, destaca que entre las y los inmigrantes la cifra del desempleo oscila entre el 26,9%; es decir uno de cada 3 extranjeros está desempleado.
La población masculina se ve más afectada que la femenina. El índice de paro de los hombres alcanza un 30%; el de las mujeres llega a 17,1%.
La imposibilidad de desempeñarse en un puesto de trabajo dificulta la renovación del permiso de residencia, con lo cual las extranjeras y los extranjeros se ven obligados a permanecer en el país de forma ilegal o de retornar a sus países. “Los extranjeros nos la vemos muy difícil, pues los españoles piensan que nosotros les hemos quitado el empleo a ellos”, declaró Domingo Almonte, inmigrante.
A pesar de que el gobierno español tiene un plan de retorno voluntario para las y los inmigrantes, sólo se han acogido 4.617 personas desde septiembre de 2009, pues aún mantienen las esperanzas de que la economía española se recupere. “El gobierno español ha tomado muchas medidas para arreglar un poco las cosas, pero esta situación tardará un poco. Ojalá sea rápido”, expresó Julio Ernesto Nova, dominicano residente en Mataró.
T y F/ Marianela Urdaneta
Barcelona-España
VOCES DEL PUEBLO
- Elías Gernan, dominicano residente en Florida: «A muchos de los inmigrantes que llegaron aquí les ha tocado emigrar de nuevo, pero para sus países, porque no hay empleos. Particularmente he buscado trabajo por todas partes y aquí no hay nada».
- Julio Ernesto Nova: «Uno sale en busca de nuevos horizontes con el fin de ayudar a su familia. Hay muchos padres de familia que al llegar aquí no encuentran empleo, con lo cual es imposible enviar dinero a la esposa e hijos que dejan su país de origen»