Por Fernando Travieso|La Faja, eje del desarrollo nacional (Opinión)

La Faja Petrolífera del Orinoco con 258 mil millones de barriles de petróleo certificados y un factor de recobro de 20%, pudiendo llegar con tecnologías ya conocidas al 32% y hasta 40%, con más reservas a futuro que los socios Arabia Saudita, Irán e Irak juntos, ha direccionado su desarrollo a la industria y servicios nacionales.

La demanda se va a multiplicar y la meta es producirlos en Venezuela, en asociación con el capital privado ubicado en el país. Se han conseguido avances importantes, pero que representan una porción de las oportunidades.

La construcción de la primera plataforma marítima y taladros impulsan la economía regional, en el que lograr autonomía tecnológica debe ser la meta, buscando acuerdos con aquellos sectores que sabiendo el peso de la Faja aporten conocimiento de vanguardia.

La producción en el área durante la Revolución Bolivariana ha subido de 560 mil a 1 millón 260 mil barriles, esperando llegar a los 4 millones. Los empresarios deben prepararse para aprovechar esta oportunidad histórica.

Igualmente se encuentran 200 taladros activos, cada uno emplea 100 trabajadores. Se construyen 3.700 kilómetros de oleoductos y 1.179 de gasoductos y sus respectivas plantas de flujo y agua.

Solo en la Faja se necesitan 10 mil 500 pozos de los 16 mil actuales a nivel nacional, tres terminales de crudos y dos de sólidos, cuatro mejoradores, dos condominios, para lo que deben establecerse los vínculos con los oferentes de servicios y bienes sin retraso.

El desarrollo global de la Faja en ejecución, impulsará el crecimiento con equidad y armonía territorial de la Nación venezolana, pasando la población actual de 600 mil habitantes a 1 millón, trabajando 100 mil de ellos en la industria de hidrocarburos.

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