Faja Petrolera del Orinoco: el año del desarrollo soberano

Luego de casi una década de esfuerzos para establecer un marco legal y fiscal soberano en la explotación petrolera de la Faja del Orinoco, Venezuela asume este año como el del desarrollo armónico de la primera reserva mundial de crudo.

El rico territorio, de más de 55 mil kilómetros cuadrados y ubicado al sur de los estados Guárico, Anzoátegui y Monagas, quedó a merced de las transnacionales durante la apertura petrolera aplicada hasta 1998 por los gobiernos neoliberales.

La privatización de ese recurso incluyó facilidades sin precedente como la reducción de la regalía hasta uno por ciento, el dominio mayoritario de las compañías foráneas en las asociaciones, el no pago del impuesto petrolero, el maltrato al medio ambiente y la depredación de la riqueza nacional.

Para más engaño nos decían que la Faja era bitumen, lo cual hemos desmontado porque ese hidrocarburo no fluye en condiciones de yacimiento, mientras el crudo sí lo hace, explicó a Prensa Latina el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, durante un intercambio con periodistas.

De acuerdo con el funcionario, fue difícil desentrañar la maraña implementada por los neoliberales en la Faja, donde en la actualidad operan 33 empresas en 27 bloques.

Uno de los logros políticos de la Revolución Bolivariana ha sido la aceptación del nuevo marco legal y fiscal por los socios extranjeros. Ellos ya estaban aquí y tuvimos que ejecutar un complejo proceso de negociaciones para fijar nuestras condiciones, precisó.

La inmensa mayoría de las entidades admitieron el cambio, sin embargo, las estadounidenses Exxon Mobil y Conoco Phillips lo rechazaron y desencadenaron litigios aún en curso.

Precisamente uno de los giros radicales en el tema petrolero es el rechazo venezolano al arbitraje internacional.

Cuando se trate de asuntos de soberanía no cuenta el arbitraje internacional, lo cual quedó claro para los socios, advirtió el titular.

Según Ramírez, el escenario establecido por el gobierno significa la mayoría de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en las empresas mixtas, la regalía del 33,33 por ciento, el impuesto del 50 por ciento y el pago de un bono para el derecho a operar en el subsuelo venezolano.

No hemos adjudicado ni un solo bloque sin antes exigir un monto para la República, expuso el dirigente, quien comentó las particularidades del bono.

Se trata de un cálculo único de un dólar por reserva recuperada, solo que las compañías van con un 40 por ciento de participación y por eso pagan 0.40, abundó.

Para Ramírez, otras cuestiones sobresalientes de la nueva proyección en la Faja son el respeto al medio ambiente, el aprovechamiento del recurso y el desarrollo socio-económico de la región.

Ya no aceptamos los cordones de miseria dejados por los gobiernos de turno alrededor de los yacimientos, apuntó.

Respecto al rendimiento en la explotación, destacó el requisito de lograr al menos un 20 por ciento de factor de recobro, con perspectivas de llevarlo a 40 en unos 15 años.

Desde el principio dejamos bien claro a los socios que tienen que avanzar hacia el subsuelo y no hacia los lados. Para nosotros es inadmisible la política de la apertura petrolera de permitir apenas un siete por ciento de recuperación, una visión totalmente depredadora del recurso, dijo.

También exigimos el impulso al tema de los mejoradores, indispensable para elevar la calidad del crudo extrapesado característico de la zona (llevarlo de ocho o nueve grados API a más de 20), agregó.

Paralelo a la implementación de leyes y acciones en función de la soberanía petrolera, el ejecutivo puso en práctica el proyecto Magna Reserva para cuantificar y certificar los hidrocarburos presentes en la Faja.

Según el ministro, están certificados 174 mil millones de barriles, cifra que el Servicio Geológico de Estados Unidos estimó en su último estudio pudiera llegar a 513 mil millones.

Nuestro futuro está en la Faja del Orinoco, por eso llevamos años creando condiciones para en 2010 pasar a la etapa de desarrollo, aseveró a Prensa Latina durante el encuentro con periodistas celebrado en la sede de PDVSA.

LA FAJA EN CIFRAS

Venezuela ha adjudicado bloques Junín y Carabobo a empresas y consorcios foráneos, proceso materializado a través de asignaciones directas, por convenios intergubernamentales, o licitaciones.

En los Junín operan compañías rusas (Gazprom, Rosneft y Lukoil), chinas (CNPC), Petrovietnam y la italiana ENI, entre otras.

Por su parte, los Carabobo acogen a gigantes como el estadounidense Chevron y el español Repsol, además de entidades de India, Japón, Malasia y Venezuela (la privada Suelopetrol).

Garantizamos con tan amplia variedad el desarrollo tecnológico en la Faja, señaló Ramírez.

De acuerdo con el titular de Energía y Petróleos, las inversiones en el área, que también cuenta con los bloques Ayacucho y Boyacá, alcanzan los 80 mil millones de dólares para el periodo 2010-2016.

Los convenios representan la producción de dos millones 90 mil barriles de crudo, apuntó.

Ramírez resaltó el pago a Venezuela de cinco mil millones de dólares en bono por el derecho de explotar el subsuelo de este país.

La entrega de ese dinero se negocia con cada compañía por separado, expuso.

Texto:  Prensa Latina
Foto: CO