«Más de 250 personas fueron rescatadas frente a las costas de Creta tras el naufragio de un barco que salió de África con al menos 700 migrantes a bordo», informó este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), mientras continuaba la operación de salvamento.
La policía portuaria griega dio un anterior balance de cuatro muertos y 340 rescatados y reportó una importante operación de salvamento en la zona, situada al sur de Creta.
Precisó que cinco barcos se hallaban en la zona participan en la operación y trasladarán lógicamente a los rescatados hacia Creta.
Según la policía portuaria griega, la mitad de este barco de 25 metros de eslora se hundió. La alerta fue dada por otra embarcación que navegaba a proximidad.
Por el momento, no se dispone de ningún dato sobre las nacionalidades de los migrantes ni sobre el origen del barco.
Las autoridades griegas enviaron a dos patrulleras, dos aviones y un helicóptero.
Las autoridades griegas enviaron a dos patrulleras, dos aviones y un helicóptero.
La policía portuaria griega ya interceptó el 27 de mayo frente a las costas de Creta una lancha dirigida por dos presuntos traficantes de personas, un ucraniano y un egipcio, transportando 65 sirios, afganos y paquistaníes.
La policía no precisó entonces si el barco, que salió de Turquía según los pasajeros, se dirigía a Italia o había seguido este otro itinerario para llegar a Grecia evitando las patrullas.
Esta interceptación y el naufragio dan a entender que se están retomando las rutas migratorias que habían sido abandonadas desde 2015, cuando se multiplicaron los pasajes entre las costas turcas y las islas griegas del este del Egeo, sobre todo Lesbos y Quíos.
Este flujo migratorio a las islas del Egeo se redujo considerablemente después del despliegue en primavera de una fuerza naval de la OTAN y de la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía.