La FAO subrayó este miércoles la importancia del manejo de los bosques de América Latina y el Caribe, en el contexto de dos metas relevantes en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU hacia 2030.
A propósito de la 29 Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe efectuada en Lima, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ofreció sus puntos de vista sobre el tema.
Argumentó que para el área será clave para enfrentar la deforestación regional y erradicar el hambre, dos metas importantes de los ODS.
«En los últimos años hemos visto avances significativos en la reducción de la deforestación debido a los esfuerzos para promover el manejo sostenible y a la implementación de políticas de conservación de los recursos naturales» señaló la FAO.
Jorge Meza, Oficial Forestal de la entidad de la ONU, comentó que desde 1990 la tasa de deforestación de la zona se ha reducido a la mitad.
No obstante, la tasa de deforestación es aún la segunda más alta del mundo, acotó.
Los bosques cubren alrededor del 47 por ciento de la superficie terrestre de América Latina y el Caribe. Alimentan a una importante proporción de la población, generan ingresos claves y son una fuente de energía, consideró la agencia.
Cada año América Latina y el Caribe pierde dos millones de hectáreas de bosques. Sin embargo, la tasa de pérdida se está desacelerando: cayó de 4,45 millones de hectáreas por año entre 1990-2000 a 2,18 millones de hectáreas en 2010-2015.
Esta desaceleración se debe principalmente a hecho que Brasil ha reducido su tasa anual de pérdida de bosque, pero también ha habido mejoras en las subregiones de Mesoamérica y el Cono Sur, señaló la FAO.
Asimismo, apuntó que el Caribe muestra un incremento neto de su área de bosque, principalmente debido al abandono de las plantaciones de caña de azúcar y otras tierras agrícolas.
Este aumento en el área de bosque es particularmente evidente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
En otras zonas, Chile, Costa Rica y Uruguay son los únicos países que muestran un aumento en el área de bosque durante el período 2010-2015.
Refirió además que el cambio climático altera las condiciones ambientales que afectan la sanidad forestal, influyendo en la proliferación de incendios forestales y en la intensificación de los desastres naturales.
La deforestación y el cambio de uso del suelo potencian el cambio climático, mientras que el manejo de los bosques y la reforestación ayudan en su mitigación.