¡Abriendo paso al socialismo!|Farruco Sesto: A la luz de la intervención del presidente Maduro (Opinión)

Hace casi un año, dos días antes de la exposición del comandante Hugo Chávez conocida como “Golpe de Timón”, escribí mi columna en el Correo del Orinoco, bajo el título de “Una obligación histórica”.

Hoy, a la luz de la extraordinaria intervención del presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional, me ha parecido oportuno reproducir algunos párrafos de aquella nota:

“Quiero decirlo con claridad: no puede ser que en Venezuela nos juguemos la Revolución en cada proceso electoral. Simplemente no puede ser.

“Donde reina el capitalismo no ocurre así. No se lo juegan en una elección, por ejemplo, ni en Francia, ni en Estados Unidos. Allí ninguno de sus actos electorales ponen en riesgo el sistema.

“Allí el capitalismo es estable, se muestra estructuralmente consolidado y hace que todas las confrontaciones políticas en competencia se produzcan en su seno. Pasan los años, y hasta los siglos, y no se pone en riesgo sino muy raramente. Se necesita, justamente, una revolución para cambiarlo.

“Pero ¿Por qué ocurre eso? ¿Por qué ha alcanzado tal estabilidad un sistema con tantas fallas?

“En primer lugar, porque consiguió convertirse en cultura dominante. Está anclado en el imaginario común. Logró imponer para la mayoría una única gran visión del mundo, de la naturaleza y de la historia. Cualquier visión contraria es marginal.

“Pero la segunda razón de su estabilidad estructural es la de que no cede ninguno de los espacios hegemónicos de poder. De ninguna manera los cede. Con su proverbial hipocresía, usurpa los conceptos de libertad y de democracia para su manejo exclusivo pero, a la hora de la verdad, hace lo que sea para no aflojar esos espacios. Su capacidad de maniobra no conoce límites éticos, ni de otro tipo.

“Por nuestra parte, en relación al humano intento de construir una sociedad socialista, más justa, sabia y hermosa que la del capital, tenemos la obligación histórica de transformar muy rápidamente ese intento en un sistema consolidado y estable. Para lo cual, siguiendo la misma pauta de razonamiento, tenemos, en primer lugar, que convertir al socialismo en una poderosa cultura integral anclada en la conciencia del pueblo. Y, en segundo lugar, debemos conquistar y mantener la hegemonía de todos los espacios reales de poder, más allá incluso de la política…”.

farrucosesto@gamil.com