En su estadio de Ipurua, el Eibar se mostró agudo e imperioso ante un Barcelona muy orgánico, que supo resistir las acometidas locales hasta hallar su ocasión.
Ocurrió al cuarto de hora, cuando Lionel Messi recibió el balón en el centro del campo, levantó la cabeza y sirvió un formidable pase al delantero Luis Suárez, que tras driblar al portero con una vigorosa acción, anotó a puerta vacía.
Remontar se convirtió en casi un imposible para los locales cuando el árbitro expulsó al extremo chileno Fabián Orellana, al ver una segunda tarjeta amarilla por dar un manotazo al balón tras una falta de uno de sus compañeros.
La superioridad de los azulgranas aunmentó en el minuto 88 cuando el defensor Jordi Alba definió a placer.
Con este triunfo el Barcelona lleva hasta los 10 puntos su diferencia con el Atlético de Madrid, que el domingo recibe al Athletic de Bilbao.