Hombres como José «Papá» Carrillo, quien falleció esta madrugada a los 91 años, «no se van nunca, porque su historia queda como un punto de partida para el presente y el futuro del deporte venezolano», expresó este lunes la Federación Venezolana de Voleibol.
A través de un comunicado, la organización lamentó el fallecimiento de Carrillo, uno de los principales referentes del voleibol venezolano. Fue miembro del primer sexteto nacional que participó en una Copa del Mundo, en el año de 1960, «aunque varios años atrás había brillado en los Juegos Bolivarianos de 1938, donde Venezuela ganó la medalla de oro», refiere el texto.
El atletismo, el béisbol, el baloncesto y el fútbol también tienen algo que decir sobre este deportista, nacido en Puerto Cabello, estado Carabobo, el 6 de mayo de 1923, y que posteriormente encontró en el voleibol su pasión.
Su legado está respaldado por una gran cantidad de reconocimientos recibidos. A sus triunfos como atleta, se debe sumar la Orden Francisco de Miranda en su segunda clase, el premio Honor al Mérito Deportivo, además de ser exaltado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano.
El atleta le dio nombre a la casa de las Panteras de Miranda (equipo de baloncesto), el complejo deportivo José Joaquín Papá Carrillo, ubicado en la Avenida Rómulo Gallegos, en el municipio Sucre, del estado Miranda.
El deportista fue declarada también hijo ilustre de la parroquia La Pastora, donde vivió desde que contrajo matrimonio con su difunta esposa, quien le dejó «una herencia de cinco hijos, once nietos y cuatro bisnietos», dijo el mismo Carrillo en una entrevista para el diario Ciudad Caracas en 2010.