Se abren bastiones nuevos para democratizar la señal televisiva. La vanguardia es Venezuela con el no intrascendente apoyo de Argentina.
La Revolución socialista de Venezuela cuenta hoy con un conjunto coordinado de herramientas tecnológicas para dar un salto cuantitativo inmediato en materia de cobertura televisiva nacional e internacional.
Se cumplen metas estratégicas de primer orden y se sientan las bases logísticas para una gran “Revolución de las ideas” a las que debe servir primordialmente la base tecnológica.
Es, acaso, una condición revolucionaria mirar el surgimiento de necesidades inmediatas al tiempo que van resolviéndose pendientes demorados.
Al menos eso parece en el momento en que se inauguran sistemas de transmisión televisiva para todo el territorio venezolano y ya aparecen, acuciantes, las exigencias en materia de “contenidos” para una nueva era socialista de la comunicación.
“Contenidos” implica agenda, implica temas. Implica semántica… “contenidos” es mucho más que realizaciones con qué llenar tiempos y especialmente “contenidos” en un proyecto de comunicación socialista, implica política de ideas revolucionarias para derrotar a la ideología de la clase dominante.
Y eso es una tarea compleja, minuciosa y estratégica que deberá montarse sobre la infraestructura tecnológica.
Es probable que no se pueda desterrar de inmediato el arsenal tóxico de la televisión mercantil -y no por falta de ganas- sino por falta, acaso de producción suficiente.
Es probable que debamos esperar el desarrollo de una tarea que no pueda romperle la espina dorsal a la ideología dominante.
¿No sería buena idea instar de inmediato fábricas de contenidos para la transición revolucionaria?Si la respuesta es sí, la pregunta es ¿cuándo?
T/ Fernando Buen Abad
buenabad@gmail.com