De trova y prosa, por Freddy Fernández|Fidel (Opinión)

Todo era la noche. Estados Unidos hablaba del “mundo libre” y los más libres eran los perezjimenes, los rojaspinillas, los somozas, los castilloarmas, los trujillos, los stroessners y los duvalieres.

Siempre había una antorcha. Un poco de brillo en esa oscuridad. Pero siempre venía la muerte con decenas de miles de litros de sangre para apagarlas. Pregunten por Gaitán y verán la sangre. Pregunten por Arbenz y, otra vez, les responderá la sangre.

Apareció Fidel con sus muchachos. Apenas un poco más altos que los niños. Intentaban tomar un cuartel en uno de los bastiones más duros y más oscuros de ese “mundo libre”.

¿Cómo iban a poder? No pudieron.

Esta vez no fue Caín. Los torturadores mataron a Abel y le dieron a Haydée, su hermana, el ojo que le habían arrancado durante la tortura. Y Abel no habló allí, sólo habló para la Historia.

Vino la cárcel para apagar la luz, pero de allí salió más brillo. Fidel definió qué era el pueblo. Cientos de miles que no habían tenido la oportunidad de decir y menos de decidir, que ahora hablarían desde la clandestinidad y desde los fusiles.

El Granma, la manigua, la caña y Sierra Maestra. En la guerra directa: los barbudos. En las ciudades los estudiantes, los maestros y los obreros.

Demasiada luz como para que Estados Unidos pudiera apagar el primero de enero de 1959.

Los cuarteles se convirtieron en escuelas. Los mercenarios, en compotas. Los clubes privados racistas, en círculos sociales obreros.

Se fueron los médicos a Miami y Fidel dijo que nadie se quede sin saber leer y nacieron decenas de miles de médicos cubanos.

Y la nueva trova, y Silvio, y la poesía cubana, y millones de libros.

La zafra, la biotecnología, el deporte, la salud para todos.

Sí, Ernesto Che Guevara, todo lo extraordinario se volvió cotidiano.

Cuba defendió Angola, derrotó las tropas racistas de Suráfrica, logró que Namibia pudiera proclamar su independencia y dio el golpe de gracia al Apartheid.

¿Que porqué Fidel?, por eso, por el brillo, por tanta luz.

@filoyborde
Caracas