Tras el arrebato de más de la mitad del territorio mexicano, Estados Unidos siguió intentando apoderarse de otros espacios del suelo azteca. Como si hubiera sido poca la rapiña tras la guerra, el Gobierno estadounidense compró una región al sur de Arizona llamada La Mesilla. El presidente Franklin Pierce firmó la compra el 24 de junio de 1853, y su par mexicano, el derrotado Antonio López de Santa Anna, quien ahora se hacía llamar «Alteza Serenísima», cerró la operación antes de terminar el año.
La exitosa estratagema utilizada por Estados Unidos con respecto a Texas tentó a varios de sus agentes para repetirla en Sonora. Recordaremos que Texas era territorio mexicano, pero que en pocos años recibió a una cantidad importante de estadounidenses que se instalaron allí. Una vez residiendo en el lugar maniobraron para “independizarse” de México. La breve “independencia” desencadenó la guerra entre mexicanos y estadounidenses, que culminó con Texas, y más de la mitad del territorio mexicano, en manos de los gringos.
En 1852, Gaston de Raousset-Boulbon, un aristócrata francés, atacó Hermosillo, capital sonorense. De allí lanzó una proclama al pueblo, proponiendo un plan para separar a Sonora como estado independiente. Su propuesta no prosperó. Luego fue William Walker –más tarde conocido por sus tropelías en Centroamérica– quien, en 1853, realizó una campaña “colonizadora” en Baja California y Sonora. La empresa fracasó por la resistencia de los mexicanos. Un año después fue nuevamente Raousset-Boulbon quien invadió Sonora, pero fue derrotado en la batalla de Guaymas y luego fusilado.
En abril de 1857 el estadounidense Henry Alexandre Crabb, con un pequeño ejército de mercenarios, también intentó independizar Sonora. Los mexicanos resistieron y vencieron al filibustero en la Batalla de Caborca. Los principales héroes de la jornada fueron los indios pápagos, quienes a punta de flechas sometieron a los nuevos “independentistas”. Tras la batalla todos los invasores, salvo un muchacho de 15 años, fueron fusilados.
Varias veces el imperialismo yanqui quiso apoderarse del territorio de Sonora bajo el pretexto de la “independencia”, pero el patriotismo de los sonorenses, una y otra vez, supo derrotarlos.