La Policía Nacional de Filipinas ubicó a este país entre los mayores productores y distribuidores de pornografía infantil a escala mundial.
Decenas de vídeos con imágenes sexuales de menores de edad se producen mayormente en la capital, en zonas de la localidad de Luzón, en el norte del país, y en la sureña Mindanao, especificó en rueda de prensa el jefe del Grupo Contra Crímenes Cibernéticos de la Policía de Filipinas, superintendente Gilberto Sosa.
Entre las más problemáticas están las localidades de Angeles City, 100 kilómetros al norte de Manila; la isla de Cebú y la sureña ciudad de Cagayan de Oro, donde los productores y vendedores de pornografía infantil obtienen millones de dólares en beneficios luego de distribuir su mercancía por el mundo.
Sosa reiteró que basado en cifras del Fondo Internacional para la Infancia de la Organización de Naciones Unidas, en Filipinas más de 100 mil niños son víctimas de la explotación sexual anualmente.
Según los investigaciones, explicó, la mayoría de las víctimas son pequeños que no entienden este tipo de agresión, mientras que el pago por sus servicios va directamente a los bolsillos de los progenitores.
Por un vídeo pornográfico infantil se pagan alrededor de 100 dólares, en tanto cada fotografía cuesta unos 10 dólares, indicó.
Hace dos días, las autoridades filipinas revelaron que la Operación Esfuerzo desmanteló una red internacional de pedofilia que transmitía por internet abusos sexuales contra niños de este país.
Filipinas, Reino Unido y Australia coordinaron la puesta en marcha de la acción conjunta que involucró a otros 12 países y condujo a la detención de 29 personas, 11 de ellas de esta nacionalidad.
Las investigaciones permitieron identificar a 733 sospechosos de pertenecer a la red ilegal, 139 de los cuales son residentes en el Reino Unido.