Llegó a su fin la huelga de ocho días de los trabajadores de limpieza de Río de Janeiro que dejó las calles llenas de basura en pleno carnaval, cuando la ciudad brasileña estaba abarrotada de turistas.Las autoridades de Río de Janeiro informaron el sábado que el Ayuntamiento alcanzó un acuerdo con los 300 barrenderos que se habían declarado en paro coincidiendo con la celebración del famoso carnaval.
La acumulación de grandes cantidades de botellas plásticas y otros objetos desechables en las calles no apagó la alegría que desbordó Río de Janeiro durante sus días de carnaval, la mayor fiesta de la ciudad, que este año ha atraído a cerca de 920.000 turistas, según cálculos de la gobernación.
Después del acuerdo, el alcalde Eduardo Paes dijo que no sabe cómo se va a pagar los salarios de los trabajadores que se han visto incrementados en un 90 %.