El fiscal general de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek Wiliam Saab, destacó la noche de este domingo que el Ministerio Público es hoy una referencia, sin duda, en la lucha contra la corrupción a todos los niveles.
“Hemos logrado consolidar, no ya una percepción inicial, sino una visión global de un Ministerio Público que avanza de manera cada día más firme con una estrategia clara y precisa, en temas estructurales que habían causado un daño moral, patrimonial, un daño muchas veces casi que irrecuperable, algunos casos, a la propia nación, a la República a la cual todos nos debemos”, sentenció.
Entrevistado en el programa Con Amorín que el Ministerio Público ha implementado una estrategia que tiene un plan de acción y que ha tocado puntos que la anterior gestión en décadas no tuvo la voluntad de asumir.
Precisó que se hablaba de la corrupción que había en Pdvsa, en Cencoex, de delitos económicos con daños patrimoniales causados por empresarios que eran intocables, entre otros delitos que le hacen daño al país, por ejemplo en materia de droga, en los que la actual gestión ha observado que era costumbre sobreseer los casos, más que procesarlos y judicializar a quienes cometían esos ilícitos.
Indicó que quizás al principio de su gestión en la población se creyó que la investigación iba a ser sobre algunos casos los primeros días. “Hemos demostrado que esto es una política de Estado, en donde inclusive yo he dicho que hemos tenido el apoyo incondicional del ciudadano presidente de la República Nicolás Maduro Moros y a partir de allí la integración y coordinación del sistema de justicia, que antes era una espacie de tabú”, sentenció.
Enfatizó que una de las cosas más grave que logró la anterior gestión del Ministerio Público, fue implosionar la unidad y el principio de cooperación entre poderes públicos. “Yo me he conseguido con un Ministerio Público que tenía tiempo, años peleado con varias instancias del Poder Judicial, con los órganos auxiliares de justicia, Cicpc, Sebin, Guardia Nacional, porque todo quería llevárselo a una llamada unidad criminalística que mucha gente asumió era una especie de policía paralela, muchas veces para distorsionar pruebas otras veces para ocultarlas, otras veces para manipularlas, incluso en casos muy graves como el de la pedofilia”.
Agregó que hay cosas que poco a poco han ido denunciando y les ha tocado recobrar la manera de actuar para armonizar con los poderes públicos nacionales.
“Se pretendió crear una estructura de una especie de estado dentro del Estado, que favoreció la corrupción, la impunidad, la falta de justicia y terminó corrompiendo a los otros factores que tenían que ver con este tema”, señaló Saab.
Apuntó que a los casos muy graves se le suma la investigación sobre los Panamá Papers, además que se ha avanzando en el caso Odebrecht y en el de la Faja Petrolífera del Orinoco.