Culminó la etapa de rodaje del largometraje|Flora Sylvestre se estrena como actriz en el rol protagónico de la película Azú

La chica de 19 años fue "descubierta" en el metro por los encargados de casting, Foto/Héctor Rattia

Con apenas 15 años fue desterrada de África sólo por tener la piel negra, ese delito que en 1780 se pagaba con la esclavitud. Luego de sobrevivir a un largo viaje en condiciones infrahumanas, la adolescente llegó a Venezuela, donde fue vendida a un hacendado pederasta, dueño de una finca de caña de azúcar. Ni idea podía tener la esclava que más adelante iba a ser parte esencial de un movimiento libertario y fundador, como muchos otros que contribuyeron a la formación de nuestro país.

Esa es la historia de Azú, figura protagónica de la cinta homónima producida por la Villa del Cine que culminó su rodaje el fin de semana. El personaje es encarnado por la actriz Flora Sylvestre. La debutante actriz admitió que le resultó sumamente difícil construir el personaje. “No fue muy fácil, en principio porque yo no había hecho actuación antes, pero me ha ido muy bien porque el director (Luis Alberto Lamata) y mis compañeros actores me han ayudado en cuanto a cómo debería ser mi actitud dentro de cada escena”, reveló Sylvestre en entrevista con el Correo del Orinoco en uno de los set de rodaje.

Una de las complicaciones de la película señalada por su director antes de comenzar la producción, tiene que ver precisamente con el elenco. Al tratarse de una historia sobre la época de la esclavitud, buena parte de los personajes deberían tener rasgos principalmente afrodescendientes y el fenotipo venezolano es producto de un amplio y añejo mestizaje.

Paradójicamente, esa amplia gama en nuestros tonos de piel hace difícil conseguir un talento femenino con una belleza como la de Flora Sylvestre -dueña de una piel como azabache que deslumbra- como lo hizo con los encargados del casting cuando la consiguieron en el lugar menos pensado para reclutar a una actriz.

La joven de 19 años, estudiante de Recursos Humanos en el Colegio Universitario de Los Teques Cecilio Acosta, es modelo de la agencia Garbo & Class, a donde llegó luego de ser abordada por un caza talentos mientras se trasladaba en el Metro de Caracas. Pero no fue a través de la agencia como llegó a la película. Fue, una vez más, gracias a sus viajes en el sistema de transporte subterráneo.

“Un día iba en el metro hacia mi casa y me conseguí al señor Luis Castillo, el coordinador de Casting que iba con Maite Páez, coordinadora de vestuario. Me abordaron preguntándome si era modelo, como para entrar en conversación. Luego me preguntaron si había actuado y si quería hacer el casting”, recordó.

En efecto, la chica nunca había tenido oportunidad de actuar en ningún medio. Sin embargo, se animó ha hacer la prueba. “Fui un poco asustada porque no sé nada de actuación, nunca me habían presentado un guión para leerlo y mucho menos dramatizarlo. Pero me fue muy bien, me informaron que había quedado preseleccionada. Luego hice un taller con Matilda Corral, que es nuestra coach y finalmente quedé en el papel de Azú”.

Al hablar sobre su personaje evita ahondar en detalles para no quitarle la sorpresa al largometraje de Lamata. Se limita a describirla como una niña muy triste que pasa por momentos muy duros. Además, a juzgar por la escena que el Correo del Orinoco tuvo la oportunidad de apreciar en la visita al set de rodaje cerca de Bilongo (Miranda), es un personaje que se puede mostrar muy agresivo y fuerte, más allá de su fragilidad.

LA DERROTA DE VENTURA

Una de las figuras antagónicas es Ventura Mandinga (Maryelis Rivas), esclava amante de Don Manuel Aguirre (Juvel Vielma), que se ve desplazada por la llegada de Azú. “Escena 52, plano 13, toma 1”, dijo el encargado de la claqueta. “Silencio todo el mundo. Preparados… ¡Acción!”, gritó Miguel Delgado, encargado de llevar las riendas ese día, por una eventualidad que impidió la presencia de Lamata en el set.

Después de estar acostumbrada a la comodidad de una cama en una pieza particular, Ventura pasó la noche en un catre roto, junto a las otras esclavas. Malhumorada, se levanta a desayunar. En la cabecera de la mesa, en su puesto, está Azú la “intrusa”, quien come con las manos.

-¡Tengo hambre!, exclamó Ventura reclamando atención. Nadie se mueve. Ante el silencio la desplazada insiste.

-!¿Están sordas?!, de nuevo, nadie responde. ― ¡Esta vaina es culpa tuya!, dijo la ex amante de Don Manuel, mientras se abalanza sobre su rival, tumbándola con todo y silla sobre el suelo.

-!Ya, ya! ¡Quedate tranquila! ¡Agarra esa muchacha que esta endemoni’a, intervino Jacinta (Carmen Francia), la más vieja de las esclavas y nodriza de la dueña de la casa, mientras las separaba con la ayuda de las otras sirvientes, justo antes de que Azú marcara una dentellada en el rostro de Ventura.

“¡Corten!”, ordenó Miguel Delgado

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor R. Rattia Ibarra

Se estrenó con una brillantisima actuación FLORA , de verdad fue impactante te felicito espero que AZU dure en cartelera todo el año para que la veamos cinco y hasta diez veces, es una bella y profunda pelicula, sobre un tema recurrente, pero donde LAMATA y todo el elenco le dió un matiz diferente, excelente sonido, fotografía, montaje, maquillaje, vestuario, escenografía, fotografía. Ya AZU es una joya de nuestro cine