La Ley tiene 96% de aceptación popular|Francia aprueba la sedación a pacientes terminales

Los diputados franceses adoptan este martes la ley del Gobierno sobre el final de vida, que introduce la sedación terminal para los pacientes sin posibilidad de curación pero cierra la puerta a la eutanasia activa.

Los dos principales partidos del arco parlamentario, socialistas y conservadores, acordaron un texto que, sin embargo, no responde a las expectativas de los favorables y los contrarios a la eutanasia.

MEDIDA CON RESPALDO POPULAR

Con esta ley, el presidente, François Hollande, cumplirá otro de sus compromisos de campaña en un tema social que, además, cuenta con un gran respaldo popular, del 96 %, según un sondeo publicado este fin de semana.

Es el porcentaje de encuestados que se considera favorable a la sedación profunda y continua de pacientes en fase terminal, que es el procedimiento que recoge la ley. El sondeo también revelaba que el 80 % de los franceses son favorables a una ley que autorice la eutanasia en determinados casos, un porcentaje que sube el 84 % entre los simpatizantes de izquierdas.

La sedación terminal, hasta la muerte del paciente, podrá ser elegida por los pacientes conscientes que no responden a los tratamientos y que tienen los días contados y por aquellos que son artificialmente mantenidos en vida, lo que incluye la alimentación y la hidratación.

Este ha sido uno de los puntos más polémicos del texto, puesto que asociaciones contrarias a la eutanasia consideran que, en ese supuesto, el paciente puede sufrir.

Para los pacientes que no puedan expresar su voluntad, la ley prevé que sea un equipo médico, en concertación con la familia, el que tome la decisión de establecer el protocolo de sedación terminal y detener todo tratamiento.

Además, la ley convierte en obligatorio respetar el testamento vital de los pacientes que lo hayan hecho y prevé la creación de un formulario específico para hacerlo y un registro para conservarlo.

A FAVOR Y EN CONTRA

La ley cuenta con la oposición de asociaciones contrarias a la eutanasia y de los representantes de los diferentes cultos religiosos.

Las asociaciones a favor de la eutanasia, por su parte, lo consideran demasiado timorato y creen que se ha perdido una oportunidad de ir más allá, tal y como reclama la sociedad.

Opinan que el actual texto no resolverá casos polémicos, como el del enfermo terminal Vincent Lambert, cuyo futuro se encuentra en el Tribunal de Estrasburgo tras una diferencia de criterio entre su esposa, partidaria de dejarle morir, y sus padres, contrarios a esa opción.

Fuente/EFE
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