Emmanuel Macron ya ha perdido cuatro miembros de su Gobierno por investigaciones sobre corrupción en apenas un mes desde que llegó al poder. El ministro de Justicia, François Bayrou, y la de Asuntos Europeos, Marielle de Sarnez, han anunciado este miércoles su salida del Ejecutivo.
Bayrou es el presidente del MoDem, el partido aliado de la formación de Macron, que está siendo investigado por el empleo de asistentes del Parlamento Europeo para labores internas del partido. De Sarnez también pertenece al MoDem y pasará a presidir el grupo de esta formación en la Asamblea Nacional.
Estas dos salidas se suman a las del ministro de Cohesión Territorial, Richard Ferrand, y la titular de Defensa, Sylvie Goulard, que se conocieron el lunes y el martes respectivamente. Goulard, miembro del MoDem, también está siendo investigada en el caso de los asistentes parlamentarios. Con estas salidas, ya no quedan ministros del partido aliado de Macron.
Ferrand, por su parte, está bajo investigación de la Fiscalía por sospechas de nepotismo en un caso inmobiliario de 2011 en el que su mujer podría haber resultado beneficiada. Es el secretario general de La República en Marcha (LREM), el partido que ha llevado a Macron al Elíseo. Al igual que ocurre con De Sarnez, su salida del Gobierno no significa que deje la primera línea política: Ferrand pasará a liderar el grupo parlamentario de LREM, que en las elecciones legislativas del pasado domingo se hizo con la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional.
Este miércoles está previsto que se anuncie una remodelación general del Ejecutivo de Macron. El primer ministro, Édouard Philippe, presentó este lunes la dimisión del Gobierno, un movimiento habitual tras la celebración de elecciones legislativas. El presidente volvió a depositar en él su confianza para que forme gobierno de nuevo. Aunque se había anunciado que no habría cambios de calado en la composición del mismo sino pequeños ajustes, la salida de cuatro ministros augura que finalmente la remodelación será más amplia.
Este domingo, La República en Marcha consiguió en las elecciones legislativas 350 de los 577 diputados de la Asamblea Nacional, lo que permitirá a Macron ejecutar su programa sin grandes dificultades. La formación de centroderecha Los Republicanos liderará la oposición con 137 escaños, menos de la mitad de los que tendrá el partido de gobierno. Los comicios estuvieron marcados por una abstención sin precedentes en las últimas décadas: solo votaron cuatro de cada diez de los ciudadanos llamados a las urnas.