Francia reacciona al acuerdo militar entre EEUU, Gran Bretaña y Australia: “Esto no se hace entre aliados”

El nuevo acuerdo entre Australia, Estados Unidos y Reino Unido, conocido como AUKUS, no cayó bien en Francia. Australia canceló un millonario contrato con la empresa francesa Naval Group y ahora los submarinos los hará Estados Unidos y contarán con tecnología nuclear. Un movimiento que tampoco ha gustado a China, que exige a Australia respetar los acuerdos en la región Indo-Pacífica contra el uso nuclear.

Respuesta contundente desde Francia. El ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo que Australia les había «golpeado por la espalda» y «traicionado» la «relación de confianza» entre ambas naciones.

Palabras mayores, en una línea que Le Drian también ha mantenido hacia Estados Unidos. De su presidente, Joe Biden, dijo en la emisora de radio ‘France Info’ que «esta decisión unilateral, brutal, imprevisible, se parece mucho a lo que hacía el presidente Trump».

Mensajes que bien se pueden concentrar en otra de las frases emitidas por el canciller francés: «Esto no se hace entre aliados».

Es la reacción ante el anuncio del miércoles de Australia, Estados Unidos y Reino Unido, del nuevo pacto AUKUS, que busca reforzar la cooperación en tecnologías avanzadas de defensa, como inteligencia artificial, sistemas submarinos y vigilancia de larga distancia. Y, aunque no se ha nombrado a China, también se ve como un movimiento para contrarrestar el poder de Beijing en la región Indo-Pacífica.

El enfado de Francia proviene de la ruptura del acuerdo que Australia tenía con la empresa estatal Naval Group para la construcción de 12 submarinos convencionales en el modelo más grande que existe en el mercado.

El contrato estaba valorado en 56.000 millones de euros y surgió de unas conversaciones en 2014; después, las condiciones fueron establecidas en 2019 y finalmente se esperaba la entrega del primer submarino en 2027.

Aunque los costes se habían disparado a lo largo de los años y, pese a que desde Canberra habían mostrado preocupación, Francia se ha visto sorprendida por el cambio de Australia, que va a apostar, en el marco del pacto AUKUS, por al menos ocho submarinos estadounidenses.

La principal novedad es que la tecnología de los nuevos buques contará con propulsión nuclear, utilizando la experiencia de Estados Unidos. Los submarinos franceses iban a ser diésel-eléctricos.

Además, desde Francia sienten que la nueva alianza entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia tiene implicaciones geoestratégicas. Desde el país galo se sienten marginados en una región donde tienen gran presencia territorial y de soberanía.

Francia dispone de numerosos archipiélagos e islas como Polinesia, Nueva Caledonia y Reunión.

Es por ello que han vuelto a enfatizar la necesidad de una «autonomía estratégica europea» para «defender nuestros intereses y nuestros valores en el mundo». Desde la Unión Europea planean llevar a cabo su propio plan estratégico en la región.

El primer ministro australiano, Scott Morison, justificó la decisión: «Por supuesto que están decepcionados (…) Han sido buenos socios. Se trata de nuestro interés estratégico, nuestros requisitos de capacidad estratégica y un nuevo entorno geopolítico y hemos tenido que tomar esa decisión».

Armas nucleares

Es la segunda vez que desde Washington van a compartir la propulsión nuclear, con un único precedente en 1958, con Reino Unido. La tecnología nuclear permite patrullas más largas y una mayor presencia geoestratégica a Australia. Para el presidente estadounidense, Joe Biden, se trata de una excepción que busca garantizar la paz y la estabilidad en la región a largo plazo.

Se desconoce la inversión australiana y el tiempo que va a necesitar para construir el primero de los submarinos. Sin embargo, Morrison aseguró que aumentará en un 2,2 % la inversión del PIB en Defensa. Además, espera que el primero de los submarinos esté listo para 2040. Un proceso lento, ya que Australia no dispone de tecnología nuclear y depende de Estados Unidos.

Los nuevos submarinos no podrán entrar en aguas neozelandesas
AUKUS también ha despertado reacciones entre los aliados en la región. Según Morrison, la primera persona en saber del nuevo pacto fue Jacinda Ardern, su homóloga en Nueva Zelanda.

«Ella fue mi primera llamada debido a la solidez de nuestra relación», dijo Morrison. Sin embargo desde Nueva Zelanda se mantienen en una vieja política impulsada en la década de los 80 que no permite que submarinos de propulsión nuclear entren en sus aguas territoriales.

Es por ello que Ardern dijo que ni si quiera se les había pedido una invitación a formar parte de la alianza:

«Y está muy claro para todos los neozelandeses, y para Australia, por qué Nueva Zelanda no desearía ser parte de ese proyecto», aseguró, aunque también dijo que continuarán manteniendo relaciones e intercambios de inteligencia.

Después, Morrison llamó a los líderes de Japón e India, quienes también apoyan la cooperación para la paz y la seguridad. De hecho, Joe Biden planea convocar la próxima semana a un diálogo conocido como «Quad», del que forman parte todos los aliados anteriormente mencionados.

AUKUS y un mayor deterioro en las relaciones entre China y Australia
Ni una mención a China en la rueda de prensa virtual que hicieron el miércoles los líderes de Estados Unidos, Australia y Reino Unido. De hecho, la pasada semana Biden mantuvo una conversación telefónica con Xi Jinping, y aunque no le informó del pacto AUKUS, sí reconoció que le expresó «la determinación de desempeñar un papel importante en el Indo-Pacífico».

Por su parte, desde Australia, Morrison dijo que China tiene una «invitación abierta» para dialogar sobre el nuevo pacto de defensa. De hecho, aseguró que mantienen el mismo deseo: una región en paz y en la que se respete la «soberanía e independencia de las naciones».

«No es raro que los países tomen decisiones en función de sus propios intereses estratégicos y aumenten sus capacidades de defensa. China toma las mismas decisiones, al igual que otros países de nuestra región», dijo Morrison.

Sin embargo, desde China, AUKUS es visto de forma muy distinta. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, acusó al nuevo pacto de «socavar la estabilidad y la paz regional».

«El pacto muestra igualmente cómo estos países utilizan las exportaciones nucleares como herramienta geopolítica. Es extremadamente irresponsable. Deberían abandonar su mentalidad de guerra fría y hacer más para contribuir a la paz y la estabilidad. De lo contrario, acabarán haciéndose daño a sí mismos», aseguró el portavoz.

Desde China han centrado su malestar en Australia, a quien exigen respetar el Tratado de No Proliferación Nuclear y del Tratado del Pacífico Sur como Zona Libre de Armas Nucleares. Algo de lo que desconfían con los nuevos submarinos de propulsión nuclear que Australia va adquirir con tecnología estadounidense.

También avisaron de la posibilidad de que se deterioren aún más las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales entre ambos países.

«El respeto y la confianza mutua son la condición previa para el diálogo y la cooperación. Las dificultades en las relaciones entre China y Australia las ha causado única y exclusivamente la parte australiana. Tienen que pensar si quieren ver a China como un socio o como una amenaza», remarcó Lijian.

Fuente/France Press, Agencias,LRDS, La Radio del Sur