Los duraznos son el petróleo de este pueblo próximo a Caracas|Frutas y montañas esperan a los visitantes en El Jarillo

Las construcciones guardan el estilo de la arquitectura europea

Colindante con el Parque Nacional Maracaro, en el estado Miranda, a una altura entre 1.200 y 2 mil metros sobre el nivel del mar y con una población cercana a los 5 mil habitantes, está El Jarillo, un pueblo fundado por familias de origen alemán que vivían en la Colonia Tovar y decidieron instalarse en este pequeño valle rodeado de montañas.

A El Jarillo se puede llegar por la carretera de El Junquito; antes del arco de la Colonia Tovar, se cruza a la izquierda y se alcanza el lugar después de recorrer una carretera de 3 kilómetros. Otros recomiendan ir por la Victoria, estado Aragua, para apreciar la belleza de la cordillera de la Costa.

También se puede entrar por Carayaca, en Vargas, o por Los Teques. Pasando el poblado de San Pedro y Pozo de Rosas, se bordean las montañas del Parque Nacional Macarao hasta divisar ese hermoso paraje de agricultores, prestos a recibir a los turistas y ofrecerles sus variedades de frutas y hortalizas. Si no tiene prisa puede quedarse a pernoctar en alguna de sus cabañas. Eso sí, bien abrigado, porque las temperaturas bajan a 10 grados en la madrugada.

Como la Colonia Tovar es una zona muy húmeda para la agricultura, algunos pobladores decidieron emigrar a este lugar, cuya temperatura promedio es de 18 grados. “Mi papá fue el primero que se vino en 1929, para esta zona de arriba que estaba sola, que llamamos la Enea. En un comienzo se sembraban cebollas. Era el producto que más se nombraba, pero una vez que llegó el durazno, fue el sembradío dominante”, recordó Lucas Gerik, hijo de uno de los fundadores del pueblo.

El durazno es el petróleo de El Jarillo. Las variedades que se consiguen en el pueblo han sido mejoradas. “Yo mismo he realizado cruces para obtener los injertos que se siembran en el lugar. Esto nos ha permitido tener la fruta todos los años”.

Gerik es autodidacta, estudió la primaria con las monjitas de Fe y Alegría que venían a impartir clases a los pobladores. “Terminé en el año 1981. Años más tarde fundaron el Liceo Unidad Educativa El Jarillo que imparte la escuela básica y el bachillerato, pero hasta los años ochenta había que salir a estudiar afuera y a mí lo que me gusta es el campo. No lo cambiaría por nada”.

TIERRA DE AGRICULTORES

Las perspectivas agrícolas del pueblo tiene límites, según Gerik, porque la extensiones de los cultivos se van reduciendo y las zonas urbanas se van incrementando. “Las parcelas se hacen más pequeñas. Mi papá tenía 40 hectáreas, pero la familia ha ido repartiendo las tierras entre sus herederos. Creo que el futuro es el turismo. Debemos luchar por conservar el parque y las áreas verdes”.

En El Jarillo el nivel de vida de los pobladores es bastante uniforme, no existen barrios marginales, ni indigentes. “Mi papá siempre me insistía en la necesidad de construir una casa. Te lo decían y veías a la gente construyendo una casa. Aquí hay viviendas muy buenas, pero hay familias que tardan 10 años en hacerlas”.

Aunque no es un reglamento, todos respetan la arquitectura de tipo europeo. Se han mantenido el estilo y los colores de las casas. Con la creación de los Consejos Comunales la gente ha reforzado su organización. “Hay muchos beneficios, por ejemplo, una obra que los contratistas cotizaron a la Gobernación en 100 millones de bolívares, a nosotros nos costó 10 millones”, recordó.

Hace años una parte del Jarillo fue reclamada por el estado Aragua. Esa zona ahora se convirtió en la comunidad de la Ciénega.

La mayor afluencia de turistas se produce el fin de semana. Aprovechan el paseo de montaña para adquirir duraznos, fresas, higos, tomates, pimentones y hortalizas frescas, directamente del agricultor. “Antes había muchas fiestas, pero ahora se han reducido para evitar las alteraciones del orden público”, se lamentó Gerik.

CIRCUITO PRODUCTIVO

Pero sin duda, a pesar de su vertiginoso crecimiento, la agricultura sigue siendo la principal actividad de este poblado. Los habitantes usan modernas técnicas de siembra y riego, a través de la técnica de goteo.

Hay dueños de los terrenos que trabajan directamente el campo, otros comparten el producto de la tierra con emprendedores que atienden los cultivos y después se reparten las ganancias a medias.

“Soy el encargado de la siembra de fresa. Pongo la mano de obra y el patrón pone todos los insumos y los venenos (plaguicidas) para la siembra. La mayoría de la gente trabaja aquí de esta manera. El dueño de la tierra nos da también la vivienda y nos repartimos los ingresos”, aseguró Jesús Arévalo, un agricultor que vino hace 10 años desde el norte de Santander, en Colombia, a Venezuela.

“Tengo seis años trabajando en El Jarillo y no me quiero ir. No sabía nada de la siembra de la fresa y el durazno, fue aquí donde aprendí. A veces vienen algunos malandros, peo son rechazados por la gente. Me gusta mucho El Jarillo, no tengo planes de irme”, expresó Arévalo.

Alrededor de los cultivos han surgido los comerciantes o camioneros que les compran la cosecha a los campesinos y la venden a los supermercados y centros de consumo. Por lo general son muchachos que no tienen terrenos, compraron camiones y se dedican a la distribución. “Esos nos han ayudado mucho a los que sembramos, porque antes teníamos que ir a Coche y nos quitaba mucho tiempo. No podíamos atender las matas, porque el despacho quita mucho tiempo”, aseguró Gerik.

Los camioneros ganan, antes mucho más porque eran pocos y ofrecían lo que les parecía, pero ahora, en opinión del poblador, hay más competencia que beneficia al agricultor.

Como parte del complemento del circuito económico, en el Jarillo se instaló una fábrica de conservas, por iniciativa de una familia alemana que vive en el lugar. Los productores del pueblo surten de frutas a la empresa Agro Industrial Duljari, aunque en los últimos años ampliaron la variedad de productos, y ahora también venden las conservas de aceitunas que importan de Europa.

Además de la iniciativa de Agro Industrial Duljari, el Consejo Comunal La Enea, perteneciente a la parte baja de El Jarillo, presentó un proyecto para instalar una despulpadora de frutas. Se trata de una planta en la que se cuecen las frutas, se pela los productos y, posteriormente, se muelen para obtener la pulpa.

“Hasta ahora la Alcaldía de Guaicaipuro y el Gobierno central nos aprobaron los reales, que alcanzan para hacer la estructura. En realidad se va a instalar en el sector que se llama la Ciénaga, pero como ellos no tienen el Consejo Comunal constituido legalmente, nosotros asumimos la tutoría del proyecto y ellos lo ejecutan”, aseguró Gerik.

La comunidad de la Ciénega se encargará de manejar la planta. La ventaja es que muchos de las trabajadoras y los trabajadores de la fábrica de El Jarillo vienen de esa zona, conocen los procesos y, además, tienen cerca los duraznos, las fresas, los higos y las ciruelas.

ALTURA EXTERNA

Desde hace unos 15 años, en El Jarillo se practica el deporte de parapente debido a las excelentes condiciones de los vientos y la altura (1.200-2.000 msnm) que hace de la montaña una cima ideal no sólo para despegar, sino también para aterrizar.

Al acercarse al pueblo, por la parte alta se pasa por el despegadero de parapente, lugar que es utilizado por los aficionados para practicar ese deporte extremo, bajo la mirada dulce y atenta de La Virgen del Carmen, patrona y protectora de El Jarillo, a quien los pobladores le erigieron un monumento de marmolina y con unas dimensiones de 10 metros de alto por 2,5 de ancho, original de la escultora Leda Scattolini.

Los fines de semana las y los visitantes vienen para practicar el vuelo en parapente, la mayoría prefiere ver a otros haciéndolo. Para volar se requiere un entrenamiento especial y buen conocimiento de los vientos. Los menos experimentados pueden volar acompañados de un piloto experto que maneja toda la parte técnica, sin necesidad de tener ninguna preparación previa.

T/ Manuel López
F/ Héctor Lozano
Caracas

Hola un saludo. Tengo tiempo queriendo visitar la población del jarillo de echo qieria reservar una cabaña. El problema es que no tengo auto y quería saber como podría y o si se puede llegar en transporte publico? Si alguien sabe alguna forma por favor me lo hace saber. Yo vivo en caracas.

Muchas gracias

  • gracias por todo pero la verdad me gustaria saber todo sobre la siembra del durazno y que otros climas se recomiendan y si es posible la siembra a mas altura sobre el nivel del mar gracias

  • Exelente! trabajo camaradas, muy importante dar a conocer todos estos sitios tan hermosos de nuestra bella y querida #venezuela# no solo en temporada como de carnaval sino todo el tiempo y en todas las circunstancias, ya que con ello mostramos lo que tenemos a propios y extraños y seguro se quedarán maravillados de ver y vivir tantas costumbres y tradiciones con su gente,amable,trabajadora,entusiasta y su solidaridad y amabilidad con todos los que que visitan y comparten el que hacer cotidiano de sus pobladores.felicitaciones!por permitirnos conocer y promocionar la actividad del mejor diario del País, y poder archivar para la historia y en un album gurdar todas esas bellas fotografias,ya piondre una como fondo de escritorio en el computador algo que yo dificilmente puedo tener#venezuela#un pais para vivir!! y querer..».Un mundo!mejor es posible si es Socialista»Viva!#venezuela#Revolucionria,Bolivariana,Humana,Solidaria,Independiente ,insurrecta y Soberana..Venceremos!!