La producción probablemente esté lista para mediados del 2014|Fundación Villa del Cine apoya documental sobre la piedra Kueka

Los realizadores Francisco Denis y Edgar Moreno

Con la intención de mantener en el tapete la recuperación de la piedra Kueka y profundizar sobre el mito en torno a este objeto de culto, el director y actor Francisco Denis, junto al antropólogo y fotógrafo Edgar Moreno, con el apoyo de la Fundación Villa del Cine, prepara un documental y una producción editorial que esperan difundir antes del segundo semestre de 2014

La piedra Kueka, de un importante valor para la comunidad pemón taurepana asentada en Santa Cruz de Mapaurí, salió de la tierra de Bolívar hacia Alemania en 1998, durante la última gestión presidencial de Rafael Caldera, gracias a una donación de dudosa validez administrativa que además no contaba con el beneplácito del pueblo originario, verdaderos “dueños” de la pieza de jade de unas 30 toneladas de peso.

Desde ese entonces la roca venezolana forma parte del proyecto Global stones, concebido por el alemán Wolfgang von Schwarzenfeld y expuesto en espacios públicos del parque metropolitano Tiergarten, en Berlín, junto con otros cuatro peñascos (uno de cada continente), conjunto que, según el autor, emanarán energía suficiente para lograr la paz mundial.

Luego de todos estos años de lucha del pueblo pemón por el regreso de la “Abuela Kueka”, hace aproximadamente dos años la protesta por la devolución volvió a convertirse en uno de los temas centrales dentro de la opinión pública, lo que ha generado incluso informaciones encontradas.

En este contexto y apoyados por el Goethe-Institut Venezuela, Francisco Denis y Edgar Moreno viajaron hacia Santa Cruz de Mapaurí, con la intención de conocer en profundidad todo lo relacionado con la Piedra Kueka

“Yo ya había trabajado en investigaciones con el Goethe-Institut para hacer el montaje teatral Machete caníbal. Y como ellos no sabían nada del asunto con la piedra Kueka nos pidieron hacer una investigación para conocer la realidad de todo el asunto”, contó Francisco Denis al Correo del Orinoco.

Cuando llegaron a la población cercana a donde estaba la roca notaron que la comunidad pemona taurepana estaba un poco saturada del tema y con cierta frustración por no tener de vuelta al objeto mitológico.

Luego de aclararle a los líderes de la comunidad que no estaba a su alcance la devolución de la piedra, los artistas aclararon que simplemente querían conocer a fondo el mito de la Abuela Kueka, sus orígenes y el verdadero significado que ella tiene.

“Se han hecho varios documentales, mucha gente ha ido motivado al conflicto de la Kueka, pero nadie regresa, nadie les regresa la piedra”, acotó Edgar Moreno.

Como una estrategia para acercarse a la comunidad y hacerles entender su verdadera intención, Denis y Moreno emprendieron un viaje a Roraima con dos hermanos pemones de las nuevas generaciones. Gracias a ellos descubrieron que, en efecto, la leyenda vinculada a la Abuela Kueka era un mito real “transformado, como todo mito”, y trasmitido de generación en generación.

“Ellos nos dijeron que en efecto sus abuelas les contaban siempre la historia de la Abuela Kueka y el Abuelo Kueko, pero como todos los chamos en todas las culturas, ellos no les prestaban mucha atención a esos cuentos. Por otra parte, antes de Chávez el sector indígena estaba muy relegado y menospreciado. Incuso las nuevas generaciones buscaban alejarse de sus raíces para acercarse a la cultura criolla”, comentó Francisco Denis.

En esa visita a Roraima y por testimonio de los propios jóvenes pemones, los artistas descubrieron que, después de todo, el conflicto generado por el “secuestro” de la piedra Kueka tuvo un aspecto “muy positivo y es que reimpulsó una leyenda ancestral entre las nuevas generaciones, y con eso se reavivó el espíritu de resistencia por la conservación de las costumbres y tradiciones” del pueblo originario asentado en Santa Cruz de Mapaurí, concluyó Moreno.

Los realizadores se involucraron tanto con el tema que incluso pensaron ir más allá de la intención artística para tomar acciones políticas, como secuestrar la piedra Kueka en Berlín. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que no era de su competencia llegar hasta esos límites.

Los artistas se comunicaron con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, con la Cancillería venezolana y hasta con el propio Schwarzenfeld. Así se dieron cuenta de la imposibilidad de emprender cualquier acción efectiva si no formaban parte de una oficialidad. “Eso nos puso los pies en la tierra. Nosotros somos artistas y no vamos a tener potestad de hacer ninguna negociación” y además al Goethe-Institut le dieron la orden de no hacer nada al respecto hasta que los dos gobiernos no se pusieran de cuerdo, contó Denis.

En la actualidad Edgar Moreno y Francisco Denis no entienden por qué la Abuela Kueka no está de regreso. “Ya incluso el congreso alemán aprobó la devolución. Nosotros tenemos copias de esos documentos y el Estado alemán está de acuerdo en devolverla. Cuando preguntamos aquí en el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), nos dicen que el asunto está en manos de la cancillería venezolana y en la cancillería nos dicen que los responsables son los del IPC. No entendemos qué pasa”, se preguntó el director y actor.

En cualquier caso, los artistas decidieron no ser parte de todos los que, a raíz de el secuestro de la Kueka, pasaron por Santa Cruz de Mapaurí para no volver más y decidieron hacer Los hijos de Kueka, un documental no solo sobre la extracción de la piedra mitológica, sino sobre la comunidad, que será proyectado por primera vez en esa localidad.

“Queremos hacer la genealogía de este pueblo de Santa Cruz de Mapaurí, con toda su historia. Es un proyecto dual en el que, a partir del mito de la piedra Kueka, buscaremos los orígenes de esta comunidad, cuáles fueron sus primeros habitantes, de dónde vinieron, cómo se fueron ramificando y cómo constituyen ahora esa comunidad. La idea es reflejar el origen mítico y el origen social y antropológico de este pueblo”, anticipó Edgar Moreno.

La producción cuenta con el aporte de equipos de la Fundación Villa del Cine, institución adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura y si los realizadores consiguen el apoyo necesario para la postproducción, el documental probablemente esté listo entre marzo y abril de 2014. “No perdemos la esperanza de poder incluir imágenes e la piedra Kueka de regreso a Venezuela”, aspiró Francisco Denis.

AMOR PETRIFICADO

Según el mito, Taure Pam, un joven pemón, fue a buscar a la mujer más bella de la comunidad Macuxi, irrespetando así las normas establecidas por Makunaima, dios celoso y estricto, quien decía que los pemones se debían casar con los pemones y los macuxi con los macuxi.

Taure Pam tomo como esposa a una princesa hija de un cacique Macuxi. Luego de casarse, huyeron y tras ellos fue Makunaima, quien al encontrarles les dijo: «Awarokuruu… amoro aukowamumo chokroro tatapiche anapo daro…» (¡Maldito eres, vivirás siempre abrazado con tu esposa!). Makunaima sopló al viento esta oración a la joven y su esposo quienes fueron convertidos en piedra. Hoy las piedras son (Kueka) la abuela y abuelo de los pemones de Mapaurí, quienes reclaman el secuestro de Kueka hacia Alemania desde 1998.

Texto/Luis Jesús González Cova
Foto/Luis Franco