Funvisis ha registrado más de 9 mil eventos por encima de 2.5 de intensidad desde 2005

Desde el año 2005, cuando la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) instaló la red sismológica satelital, se han registrado más de nueve mil eventos telúricos por encima de 2.5 de intensidad, dijo Roberto Betancourt, presidente de esta institución científica, en el Museo de Ciencias Naturales durante una especie de conversatorio sobre los 22 años del terremoto de Cariaco, ocurrido un 9 de julio de 1997.

Betancourt, quien fungió como moderador, estuvo acompañado por varios expertos, entre ellos Andrés Singer, quien era presidente de Funvisis cuando ocurrió el terremoto de Cariaco, Arturo Pernía, Gloria Romero, jefa del Departamento de Sismología de Funvisis, Michael Schmitz, investigador, y José Antonio Rodríguez, jefe del Departamento de Geología de Terremotos. Todos ellos, menos Betancourt, estuvieron en Cariaco en las horas siguientes al fuerte sismo.

Luego del conversatorio, los presidentes de Funvisis y de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), Roberto Betancourt y el general Giuseppe Cacioppo, rector de la UNES, firmaron un convenio que permitirá que todos los estudiantes de esta casa de estudios obtengan información y preparación en materia sismológica. Sobre este convenio, el cual estaba pendiente desde hace unos tres años, ambos destacaron que es muy importantes, ya que los funcionarios policiales, bomberos y personal de defensa civil son los primeros en llegar al lugar después de un desastre de este tipo.

Roberto Betancourt recordó que el terremoto de Cariaco, en el estado Sucre, fue destructivoy tuvo una magnitud de 6.9, con diez kilómetros de profundidad, y causó la muerte de 73 venezolanos, dejó 520 heridos y más de siete mil damnificados.

La reseña oficial de Funvisis detalla: “El 9 de julio de 1997, a las 3:24 pm, ocurrió en el estado Sucre un sismo de magnitud Mw 6,9 a 10 km al noreste de la población de Cariaco y a 9,4 km de profundidad… El terremoto de Cariaco constituye el evento sísmico más importante ocurrido en el territorio nacional después del terremoto de Caracas de 1967 y es el primero con características destructoras después de la creación de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) en 1972. Para el momento, Funvisis contaba con una red de estaciones sismológicas de corto período y de telecomunicación vía telemetría, que captó el sismo en nueve estaciones. Se registraron al menos dos mil sismos secundarios durante los tres meses después del terremoto de Mw 6.9”.

Betancourt explicó que el encuentro de ayer con expertos se transmitió por redes sociales para recordarles a los venezolanos que somos un país sísmico, por lo cual debemos estar preparados, e invitó a que visitar la página www.funvisis.gob.ve, en la cual se podrá encontrar valiosa información y consejos para actuar antes, durante y después de estos eventos devastadores que traen consecuencias inusitadas tanto naturales como humanas y que ocurren con una periodicidad específica.

En cuanto al terremoto de Cariaco agregó que se sintió un poco antes de la cuatro de la tarde, todavía en horario escolar, lo que causó la muerte de más de 30 personas, entre ellas estudiantes que se encontraban en las escuelas. En Cumaná se derrumbó un edificio.

El presidente de Funvisis consideró que de haber ocurrido en horas de la mañana, la tragedia hubiera sido peor, ya que en la escuela estudiaban unos mil alumnos. La mayoría de ellos se había retirado antes del sismo.

El sonido del sismógrafo

Andrés Singer detalló que para 1997, Funvisis era un organismo que sufría de una gran precariedad presupuestaria. Incluso, a veces hasta carecían de de dinero para pagar viáticos a los investigadores para trabajos de campo. La red sismológica estaba obsoleta y en la carraplana por falta de mantenimiento. El propio Singer había solicitado recursos económicos al Gobierno de Rafael Caldera, pero fueron negados.

Cuando Hugo Chávez llega al poder, se le confiere al instituto los recursos necesarios. “El ministro Julio Montes de un plumazo aprobó tres mil millones”, reconoció Singer.

Michael Schmitz afirmó que la falla de El Pilar es muy activa y peligrosa desde el punto de vista sísmico. Es posible que en el futuro aumente su intensidad en 30 por ciento. Aunque aseveró que un sismo como el de Cariaco puede tener una periodicidad de unos 300 años.

Gloria Romero relató que aquella tarde de julio de 1997 el sistema de registro de Funvisis en Caracas comenzó a emitir un sonido. Inmediatamente se produjo una agitación de los técnicos. Sin embargo, no fue sino hasta las nueve de la noche cuando tuvieron información precisa de lo ocurrido y de la intensidad del evento. Inmediatamente viajaron a Cariaco a realizar el trabajo de campo para aportar la información técnica.

Arturo Pernía contó que la obsolencia de los equipos impidió recabar suficiente información.

Sobre la periodicidad y recurrencia de los eventos planteado por Betacourt a los panelistas, Singer explicó que 300 años para que ocurra un sismo como el de Cariaco puede estar dentro del periodo de recurrencia, sin embargo indicó: “No sabemos predecir los terremotos”.

Betancourt, al referirse al terremoto de Caracas de 1967, comentó que ocurrió luego del terremoto de 1900, es decir unos 60 años después.

En términos de recurrencia en Caracas, algunos expertos establecen que son más o menos 60 años.

“Entonces, Caracas está en riesgo. Debemos estar preparados. Esa preparación pasa, desde el punto de vista social, por entender los contenidos, practicarlos, pero también desde el punto de vista de la vulnerabilidad de lo construido, conocer y reconocer la calidad de nuestra edificaciones y en función de la amenaza. Estamos trabajando actualmente para la publicación y actualización de las normas sismoresistente, la norma Covenin 1756, de manera que los venezolanos y las venezolanas conozcan a profundidad y literalmente donde está ubicada su residencia, así como la construcción en Venezuela eleve un paso hacia la red real de sismoresistencia”, informó Betancourt en declaración previa la prensa.

Singer y Schmitz estimaron que tras 100 años de medidas instrumentales hay probabilidades de terremotos como el de 1967 en Caracas, en lapsos de 50, 100 o 150 años, pero cada década puede ocurrir un evento con daños.

Acerca de Cariaco se dijo que actualmente se observa sismicidad desde la falla de El Pilar hacia Paria, pero que hace 22 años era al revés: desde Paria hacia Cariaco.

La maestra Madeleilis

Explicó Roberto Betancourt que usualmente los terremotos son reacomodos de placas, y que Venezuela se encuentra en un área dinámica en donde confluyen tres placas: la placa de Suramérica y la placa del Caribe.

“Tenemos esencialmente tres grandes sistemas de fallas: la de El Pilar hacia oriente, la falla de San Sebastián, que se activó en el terremoto del 67 en Caracas, y la falla de Boconó, hacia la cordillera de Los Andes… Ahora, en el estado Carabobo existe una sismicidad llamativa desde el punto de vista científico, pero preocupante desde e punto de vista humano. Se trata de la activación de una falla que se está reacomodando. Entonces esos tiempos geológicos de reacomodo dependen del capricho de la litosfera, la tecnósfera y el sistema de placas”, señaló.

Sobre el terremoto de Cariaco, la reseña de Funvisis menciona que ocasionó daños, además de Cariaco, en Cumaná, Casanay, Campoma, Chiguana, Marigüitar y San Antonio del Golfo. En Cariaco colapsaron cuatro edificios, dos de ellos educativos, lo que causó la muerte de 30 estudiantes. En Cumaná, ubicada a 70 km del epicentro, colapsó el edificio de Seguros La Seguridad, y provocó la muerte de ocho personas y quedaron heridas otras 50.

Los reportes de la época elogian la conducta heroica de la maestra Madeleilis del Valle Guzmán Castillo, quien salvó la vida de dos de sus alumnos a costa de la suya.

“La entrega y desapego se hicieron patentes, ese día, de forma muy especial con la maestra Madeleilis del Valle Guzmán Castillo en la Escuela Básica Valentín Valiente. La población estudiantil que fue sorprendida por el terremoto había abandonado la edificación; sin embargo, el impulso solidario y de desprendimiento de Madeleilis la llevó a devolverse -aún cuando ya estaba a salvo- para auxiliar a las alumnas María Angélica y Gregoriana, quienes se habían quedado en el recinto. La maestra las encontró, pero en ese instante la edificación colapsó, desprendiéndose el techo de la escuela sobre ellas. Ambas alumnas fueron rescatadas más tarde ilesas, habiendo sido salvadas por la forma en la cual la maestra las acobijó con su cuerpo. Madeleilis no corrió con similar suerte. Su sacrificio, valentía y entrega fueron fuente de singular inspiración para la creación por Funvisis del programa Aula Sísmica, el cual lleva su inolvidable nombre”, indica la nota.

T/ Manuel Abrizo
F/ Luis Graterol, archivo CO
Caracas