Antonio Conte podría cesar como técnico de Italia si se confirma la posibilidad de que sea enviado a juicio penal por «estafa deportiva», informó La Gazzetta dello Sport.
«¿Italia a la Copa de Europa sin Conte?», tituló a doble página el diario.
El problema se remonta al 26 de julio de 2012, cuando la Fiscalía Federal de la Federcalcio lo acusó de haber omitido la denuncia de la venta de partidos que, por el torneo de Segunda División, habían pactado los jugadores de Siena, el equipo que dirigía, con Novara y Albinoleffe.
El 5 de octubre de ese año, el Tribunal Nacional de Arbitraje para el Deporte (TNAS) lo descalificó con 4 meses de suspensión cuando ya era técnico de Juventus, con el que ganó dos campeonatos, en una sanción que Conte rechazó con vehemencia.
En febrero pasado entró en escena la Fiscalía del Tribunal de Cremona, que clausuró su investigación sobre una vasta red de partidos arreglados tanto en la Primera División italiana como en Segunda y la llamada Liga Pro, con el probable envío a juicio de 130 entre jugadores, dirigentes y entrenadores.
Entre estos últimos figura Conte, acusado de «estafa deportiva» por su pretendida omisión de denuncia de partidos arreglados por sus dirigidos de Siena, a lo que el seleccionador, a través de sus abogados, respondió con un enérgico memorial defensivo.
Conte reitera allí su total ajenidad a los hechos de los que es acusado y subraya que no fue jamás informado por sus jugadores del Siena de un acuerdo pactado con sus adversarios, señalando que solo después de la puesta en marcha de la investigación se había dado cuenta de lo acaecido a sus espaldas. Los abogados de Conte apuntan ahora, cuando se cierne el proceso en el que aparece como uno de los tantos imputados, a que su caso sea archivado o que el técnico sea beneficiado con el llamado «rito abreviado» que definiría en tiempos breve su posición: de no ser así, Conte renunciaría a la selección «azzurra».