El 2 de agosto de 1959 los directivos de la Conmebol aprobaron en el Círculo Militar de Caracas un torneo donde jugarían los campeones de los países asociados. La idea fue propuesta años atrás por dirigentes chilenos y finalmente vería luz en la capital venezolana.
Al año siguiente arrancó el torneo. Pero Venezuela hizo su debut a la quinta edición, en 1964, luego de que en 1963 se hicieran las diligencias para que Conmebol aceptara a un cuadro venezolano. Se acordó que el campeón criollo, Deportivo Italia, jugara una especie de partido eliminatorio contra el Bahía brasileño. Este cuadro, seguro de sí mismo, resignó la localía y tanto ida como vuelta se jugaron en Caracas. El primero, un cuatro de abril, quedó empatado sin goles. La vuelta, tres días después, la ganó el cuadro venezolano 2-1. El conjunto de Caracas avanzó al grupo 1, donde lo esperaban Barcelona de Guayaquil y Colo Colo.
“Éramos conejillos de Indias”, recuerda ahora Augusto Nitti, quien ese entonces podía jugar de extremo por cualquier banda. “Era como una prueba de la Libertadores para equipos venezolanos”, agrega.
“Bahía llegó muy confiado. Tanto que no jugaron en Brasil, pues pensaban que saldrían de ese trámite aquí en Caracas. Vaya sorpresa se llevaron”, recuerda.
El único venezolano en ese equipo era el portero Pedro Pérez. Tenía dos nacidos en Italia (Nitti y Adriano Linda) y el resto eran brasileños.
“Teníamos buen equipo, eran buenos muchachos”, hurga el hoy empresario en su memoria. “Pero antes era todo más amateur. Ahora, en 50 años ha evolucionado. Se ha entendido que esto es profesional”, cerró.