El futbolista del equipo nacional palestino Mahmud Sarsak, de 25 años y detenido por Israel hace tres años cuando salía de Gaza para ir a jugar a Cisjordania, cumplió este martes 72 días en huelga de hambre y las ONG advierten sobre el riesgo que corre su vida.
«La salud de Sarsak está muy deteriorada. Ha perdido 25 kilos, se desmaya y pierde continuamente la consciencia. Su vida corre un grave peligro», dijo Murad Yadala, miembro de la ONG de defensa de los prisioneros palestinos Adamir.
El deportista fue arrestado cuando salía de Gaza por el puesto militar israelí de Erez en julio de 2009, tras ser contratado por el club de fútbol de Balata (en Cisjordania). Está detenido bajo la llamada «ley de combatientes ilegales» e Israel ha renovado cada seis meses su orden de arresto sin informarle de qué delito se le acusa ni de las pruebas existentes contra él.
Se puso en huelga de hambre el pasado 19 de marzo y exige ser liberado de inmediato. También continúa en la huelga de hambre otro preso palestino, Akram Rijawi, enfermo de diabetes y asma y que no ingiere alimentos desde hace 42 días.
El preso protesta contra lo que considera una deficiente atención médica en las prisiones israelíes y pide también una reducción de la condena de 9 años que le impusieron en 2004. Sivan Weizman, portavoz del Servicio de prisiones israelí, confirmó que «ambos están en huelga de hambre y permanecen ingresados en el centro médico de la prisión de Ramleh, donde reciben el tratamiento médico necesario».
La portavoz declinó, sin embargo, confirmar el número de días que llevan sin comer puesto que, aseguró, «empezaron a comer y luego volvieron a dejar de hacerlo».