La Gaceta Oficial: 150 años resguardando la historia gubernamental y estatal del país

En octubre de 1872 nació la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela como un órgano oficial para la divulgación de leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos y sentencias expedidas por las instituciones de Gobierno y del Estado. Su precursor fue el presidente Antonio Guzmán Blanco, quien entendió la necesidad de un instrumento que sirviese de puente comunicacional entre el poder Estatal y el social, este último, necesitado de información veraz sobre “los principales acontecimientos gubernamentales y estatales”.

En el Decreto Presidencial del 11 octubre de 1872, en sus artículos 1 y 2, se describe la Gaceta como “un periódico oficial” (…), el cual saldría tres veces cada semana con un cuerpo de cuatro páginas en folios a dos columnas, donde se publicarían “leyes, decretos y todos los documentos expedidos y que se expedieren en el ejercicio de los Poderes Públicos Nacionales”. Cuatro días después de esta fecha histórica, aparece el primer número.

Dichos documentos, añade el artículo tres del Decreto, “producirán sus efectos en relación a los derechos y obligaciones de los venezolanos, y tendrán autenticidad y vigor desde que aparezcan publicado en la Gaceta Oficial”.

Tras 150 años “mucha agua ha pasado bajo el puente”; después de Guzmán Blanco una larga lista de presidentes han gobernado el país. Dictaduras, seudodemocracias y hasta una revolución se incluyen en el libro de vida de la nación. Aquella sociedad de finales del siglo XIX se ha transformado, modernizado, sin embargo, la otrora Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, hoy Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, más allá del cambio de apellido, y de elementos de forma vinculados a aspectos tecnológicos, se mantiene firme a sus objetivos primigenios: informar a todo el pueblo sobre “los principales acontecimientos gubernamentales y estatales”.

Johannyl Rodríguez

Quien puede dar fe de la permanecía en el tiempo del propósito inicial de dicho documento informativo es Johannyl Rodríguez, director general de Servicio Autónomo Imprenta nacional y Gaceta Oficial (Saingo), quien en conversación con el Correo del Orinoco aseguró que la Gaceta “es la historia de Venezuela”.

No obstante, Rodríguez aclara que más allá de los objetivos general, la Gaceta en sus inicio era un documento para las élites, clasista, creado en una sociedad con un alto nivel de analfabetismo, por lo que las informaciones que en ellas se reflejaban iban dirigidas a las minorías que ostentaban el poder político, social y económico.

“La primera Gaceta era un periódico, sí, pero creada para difundir las decisiones de Estado, con cierto carácter orientado a favorecer y mantener el hegemón”, el reducido sector culto de la sociedad, los pocos que sabían leer y escribir, con la capacidad de interpreta interpretar las leyes descritas en el texto oficial”, aclara.

Un fragmento extraído del libro 1872-2013, Gaceta Oficial, 141 años, Compendio Histórico, editado por el Saingo, sustenta la afirmación de Rodríguez. El texto señala que “no es difícil darse cuenta de como (La Gaceta) estaba dirigida a informar a esa única élite ya que la misma respondía a la satisfacción de necesidades de una parte exclusiva de la sociedad venezolana de la “época”.

“Es difícil creer que la Gaceta Oficial, continúa el texto, llegara a sectores más incipientes de la sociedad venezolana cuando mucho más de la mitad de la población no podía costear su valor, el cual comprendía cinco céntimos por número editado siendo igual en conversión a 0,31 bolívares de 1872”.

Escribe Federico Brito Figueroa en su libro historia Historia Económica y social de Venezuela: “Según el censo nacional de 1891, más del 80% de la población estaba en pueblos, aldeas y plantaciones y apenas cuatro centros urbanos tenían más de veinte mil habitantes cada uno”.

“Si no sale en la gaceta no es ley”

Yetsy Sánchez es la coordinadora de Gaceta Oficial (Edición). Tiene 14 años en la institución a la que ingresó luego de aprobar un curso de artes gráficas. Se inició como ayudante de preprensa y a cargo de la maquina dobladora.

“Yo soy salía, porque me gusta aprender”, dice Sánchez, quien asegura conocer casi toda los trabajos relacionados con los procesos productivos de la Imprenta Nacional.

Sánchez es coautora del libro 1872-2013, Gaceta Oficial, 141 años, Compendio Histórico, una recopilación de hechos históricos publicados durante ese periodo en dicho medio divulgativo, editado por el Saingo.

El texto es la continuación de tres ediciones previas en las que se recogen información importantes divulgadas en la Gaceta durante el lapso analizado, a los que se les agregó el periodo que inició con la llegada al poder el Comandante Hugo Chávez. Por ejemplo, el texto muestras la derogación de instituciones, de decretos, así como la aprobación de las leyes durante los primeros años de la Revolución Bolivariana, e incluye, el capitulo dedicado a la promulgación de la Constitución de 1999.

“Fue un trabajo arduo. Buscamos información en la Biblioteca Nacional, en el Archivo Histórico de la nación, en Miraflores, en la Procuraduría, en internet y en los libros que permanecen en la Imprenta Nacional. Este proceso me enseño muchas cosas, porque en la Gaceta Oficial se puede encontrar todos los acontecimientos relevantes que marcan la historia de Venezuela. Si no sale en Gaceta no es ley”, sentencia.

Yetsy Sánchez e Isamar Huice

Entre las curiosidades que se pueden encontrar al consultar las gacetas de mediados del siglo pasado, Sánchez destaca el contenido de los exámenes que eran aplicado a los jóvenes en los liceos, las patentes de productos como la Harina Pan y las fotografías e información de personas que era solicitadas por la justicia nacional. También reguardaban los planos de edificaciones emblemáticas del país.

La voz del Estado

Para Rodríguez, entre la Gaceta Oficial de 1872 y la actual, más allá de las diferencias de formas y algunos aspecto en cuanto su contenido, “en esencia sigue siendo la voz del Estado dictando como se rige el Estado.

“Aquí nadie hace nada si no está publicada en la Gaceta”; desde un incremento del pasaje del transporte público hasta las medidas dictadas en Decreto de Estado de Emergencia por la Pandemia”, comenta.

Engranaje perfecto

De acuerdo con información extraída del portal Web del Saingo, “el 31 de mayo de 1928, durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez, se crea la Ley de Imprenta Nacional y Gaceta Oficial mediante Gaceta N° 16.520, en la cual se establece que el Gobierno de la República tendrá para su servicio una imprenta que se denominará “Imprenta Nacional”. Así mismo se establece que la Gaceta Oficial continuará editándose en la Imprenta Nacional y todo lo publicado en ella tendrá carácter de autenticidad y de obligatorio cumplimiento por todos los venezolanos. Para este momento a la misma se le dio la denominación de Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, nombre que llevará hasta el 16 de abril de 1953 cuando en Gaceta N° 24.113 se cambia el encabezado de la Gaceta Oficial, al de Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Para posteriormente cambiar de nuevo su encabezado el 03 de enero de 2000 al de Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, nombre que conserva hasta la actualidad”.

Es en el año 1985, durante el Gobierno de Jaime Lusinchi que se establece en la Gaceta Oficial N° 33.295, “que la Imprenta Nacional y Gaceta Oficial es un Servicio Autónomo sin Personalidad Jurídica, con rango de Dirección General Sectorial, dependiente jerárquicamente de la Oficina Central de Información de la Presidencia de la República”.

A partir de momento “se le asigna al Saingo una serie de atribuciones y responsabilidades que le permitirán el cumplimiento de sus funciones y objetivos, no sólo como el órgano encargado de editar la Gaceta Oficial, sino que le otorga el beneficio de editar publicaciones oficiales, así como la impresión, registro, venta y distribución de obras de autores venezolanos, entre otras publicaciones”.

​Rodríguez destaca el valor histórico de esta fecha, pero comenta que a pesar de la importancia de la medida, la vinculación del Saingo con las políticas públicas de comunicaciones de ese Gobierno y de los posteriores, no se compara con el impulso dado al organismo por la Revolución Bolivariana. “Chávez cambió todo, no hay ningún aspecto de la vida política del Estado venezolano (…) que no se haya cambiado con la Constitución de 1999 y con el Presidente Chávez a la cabeza”, asegura.

​En el año 2002, se dicta la Reforma del Decreto sobre Organización de Administración Pública Central, cuyas particularidades quedan registradas en la Gaceta Oficial N° 37.509. en el Decreto N° 1.928 de fecha 19 de agosto de ese año, el presidente Chávez Frías dicta la Reforma del Decreto sobre Organización de Administración Pública Central; donde queda establecido, en las disposiciones transitorias, el traslado de los bienes y el personal del Servicio Autónomo Imprenta Nacional al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, actual ente rector.

“Después de su ultima renovación tecnológica ordenada por el Comandante Hugo Chávez, explica Rodríguez, el Saingo tiene un papel diferente, de más presencia en el desarrollo de políticas públicas comunicacionales; hablamos de la Colección Bicentenaria del Pan de Lectura Nacional, de la publicación de los discursos del presidente Chávez, la impresión dela constitución Bolivariana, y un sin números de libros sobre diversos temas”.

Hoy el Saingo cuanta con dos grandes sedes, ambas en la parroquia La Candelaria, una cerca del sector la Hoyada, donde se realiza el trabajo operativo, y la otra, las oficinas administrativas, entre las esquinas Alcabala y Urapal, detrás de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria.

Rodríguez relata que cuando pequeño lo mandaban a comprar la Gaceta a La Hoyada, en un casita pequeña ubicada donde hoy funciona la Misión Negra Hipólita. No existía el galpón de grandes proporciones que hoy resguarda la moderna imprenta de origen Alemán en la que se han impreso millones de textos.

El director del Saingo es un fiel creyente del emponderamiento de la clase trabajadora. Para él no es una mera consigan vacía potestad de “pequeños grupos de sindicalista, de trabajadores indolentes. Asegura que en el Saingo se aplica y se vive el “control obrero” de manera real, en un espació donde las personas que trabajan en la empresa tienen la seguridad de que, “con trayectoria y reconocimiento” pueden formar parte del equipo de dirección. “Y se forman con ese fin”.

“Estamos al día”

Isamar Huice es la directora de Producción del Saingo, tiene 32 años de edad y 14 como trabajadoras de la Imprenta Nacional. “Mi funciones, explica, es coordinar, dirigir y realizar (junto a un equipo técnicos) todo el material impreso, (…) que todo salga con eficiencia y eficacia”.

De acuerdo con Huice, el crecimiento significativo del Saingo se inició en 2010 con la incorporación de maquinas alemanas de primera generación, y se extendió hasta 2013.

“A partir de esa época comenzó la producción masiva, mayor cantidad de textos. Antes contábamos con las llamadas máquinas de prensa plana (por cuatricomía). Con el avance de la tecnología, las maquinas ahora imprimen los cuatro colores en un solo equipo, lo que reduce el tiempo, aumenta la eficacia, la eficiencia y la producción”, detalla.

Según los datos que maneja Huice, el “boom” llegó con el contrato de la Colección Bicentenaria; un pedido de “aproximadamente 40 millones de ejemplares”, cuyo éxito elevó al Saingo al puesto de “primer imprenta del país”.

De sus inicio recuerda el trabajo duro de imprimir, ademas de todos los decretos presidenciales, la Gaceta y demás textos, lo expresado por Chávez todos los domingo durante el programa Álo Presidente, cuyo tiraje tenía que estar en las calles de toda Venezuela a más tardar el martes siguiente.

Huice estima que, a pesar de los contratiempo ocasionados por el Bloqueo y las medidas coercitivas ilegales impuestas por el imperio estadounidense y sus aliados europeos contra Venezuela, la producción anual de textos se ubica entre los 30 y 50 millones de ejemplares, entre libros de poesía, de historia, deportes, revistas editadas por instituciones del Estado y hasta una larga lista de periódicos que incluyó en un tiempo al Correo del Orinoco.

También “en cuanto a temas no tenemos parámetros de selección, en ese sentido estamos abiertos a aceptar cualquier tipos documentos”, indica.

Cuando inició la pandemia de la Covid-19, el Saingo fue parte del grupo de las instituciones que se unieron a la batalla contra el virus, claro desde su trinchera. En su caso, se dedicó a la elaboración y donó miles de formatos utilizados por los médicos y por el personal que trabaja en los centros de salud del sector público, entre ellos medio millón de récipes.

“Llegué a imprenta con 17 años, como aprendiz de ayudante de artes gráficas. Mi proceso de crecimiento fue interesante porque a pesar que duré cinco años fuera de la institución y cuando me reintegré mis compañeros estaban más adelantados que yo, pero eso no me limitó para seguir aprendiendo seguir conociendo y estar donde estoy ahora”, relata.

Su camino hacia la dirección de producción inició con un curso realizado en la empresa y un posterior viaje formativo a Cuba, de regreso a Venezuela pasó por los talleres, por el área de comercialización, luego se desempeñó como asistente de producción hasta que en 2018 le dieron la oportunidad de integrar la directiva del Saingo.

A pesar de las dificultades derivadas del bloqueo económico de EEUU, el Saingo cuenta con maquinas que, en palabras de Huice: “están al día”. “A pesar de que hemos tenido bloqueo, somo víctimas de sanciones, y que nos ha sido imposible adquirir maquinarias nuevas, las que tenemos están en perfecto estado, se les hace su mantenimiento constante. Hoy por hoy la respuesta que da (producción) habla por si solo”, indicó.

Actualmente, el esfuerzo esta dirigido a la producción de la Colección Bicentenaria que se entregará a las niñas y niños en todas la escuelas y liceos del sector público a escala nacional. “En lo que va de año ya llevamos 12 títulos, desde básica hasta diversificado. (…) Para este año la meta son aproximadamente 10 millones de libros y ya estamos caso terminando”, explica.

Quien observa la producción del Saingo, no puede menos que impresionarse por la excelente calidad de sus productos, los cuales reflejan la dedicación y el esfuerzo de los 90 trabajadores que hoy integran la institución. Tanto la Gaceta Oficial, la cual hoy se puede solicitar y adquirir, certificada, vía online, al igual que todos los libros que emanan de la rotativa Cityline express, llevan impresos el amor de todo un equipo que muestra con orgullo 150 años de legado.

T/ Romer Viera Rivas
F/ Miguel Romero