Ganadería caprina se extiende como un “rubro de guerra”

Wilmar Castro Soteldo, ministro de Agricultura Productiva y Tierras, presentó el pasado domingo, en su programa televisivo Cultivando Patria el caso de la familia Bolívar-Castro como un ejemplo de cómo el pueblo venezolano se ha crecido antes las adversidades, el bloqueo criminal imperial estadounidense, el saboteo, la pandemia de Covid-19, y ha logrado salir adelante con esfuerzo, ingenio, creatividad, solidaridad y muchos amor. La familia Bolívar-Castro, que vive por los lados donde el río Guaire corre limpio formando pequeñas cascadas, se dedica a la cría de cabras y a la elaboración de exquisitos quesos.

La cría de cabras en el país fue definida por el ministro como un “rubro de guerra”.

La empresa familiar se llama Aprisco Don Justo, dirigida por el matrimonio entre José Bolívar y Carmen Deisy Castro, junto a sus hijas, entre ellas María Victoria, de 14 años, encargada de echarle al queso, de acuerdo al pedido de los clientes, el sabroso preparado de frutas que lo convierte en un manjar.

A Castro Soteldo le pareció paradisíaco el lugar donde el matrimonio tiene su hacienda.

“El río Guaire pasa limpiecito por aquí y va conformando cascadas. José es uno de los cuidadores y guardianes del Guaire. José ¿por qué dejaste los caballos y te viniste a producir aquí con esta hermosura de animales (las cabras) a producir alimentos para el pueblo?”, preguntó el ministro.

“Como decimos siempre”, respondió José Bolívar, “el llanero mantiene sus raíces. Estando en la ciudad retornamos al campo en la ciudad; ese es nuestro lema. Creemos que los que tenemos una cultura llanera es muy difícil que nos deslindemos de todas estas acrianzas que Don Justo, mi padre, nos dio. Era un llanero de 94 años, de Valle de la Pascua, que hace unos años abandonó este plano físico, pero este plano físico no los dejó con un montón de enseñanzas. Enseñanzas de apego a lo nuestro, de respeto hacia el ser humano, respeto hacia el ambiente, con una condición de alto amor hacia la familia. Precisamente el hobby de caballos cuarto de milla, buenos. Estamos en una situación en que el venezolano tiene que reinventarse. Esta es una forma en que nos reinventamos: retornamos al campo estando en la ciudad. Nosotros delineamos un proyecto en el que integramos a todo el núcleo familiar, nuestras hijas, nuestra esposa encargada de lo que es el sistema productivo, el procesamiento. Yo estoy más que todo al frente de la crianza de los animales, de obtención de alimentación, coordinación de lo que es el predio de la hacienda para obtener forrajes; esa es la idea, que nosotros dentro de esta burbuja, como la llamamos, nosotros produzcamos”.

Al principio, cuenta Bolívar, se delineó un proyecto familiar. Querían comer queso, tener el lácteo. Obtener la proteína que tanto hace falta para el desarrollo físico emocional del ser humano. Empezaron con seis cabritas que se fueron multiplicando, dando las crías y leche.

“Nosotros decimos que no es un trabajo, es un estilo de vida. Es una forma de vivir con las cabras, a veces dejar a un lado la distracción, el esparcimiento, porque hay un parto en puerta, donde mi esposa es la que está pendiente, partea las cabras cuando vienen con problemas difíciles”, agrega.

-¿Cómo se le ocurrió el mestizaje?, preguntó de nuevo Soteldo.

“Nació primeramente porque como usted mencionó que los caprinos son un rubro de guerra, nosotros tenemos que hacer de este rubro de guerra el mejor aprovechamiento posible. Pienso que la genética pura está en la palestra, celebramos como cabreros a quienes trabajan con genética pura, ya que es un impulso que se le está dando a la ganadería caprina la cual nos posiciona en uno de los mejores rebaños genéticos de América Latina, sin embargo, yo como antropólogo, con esa visión social y cultural, creo que el eje central del ganado caprino es la comida .Como decimos los antropólogos, los hermanos de sangre, más que la afinidad paterna y materna, son hermanos porque comparten la comida que es la que produce sangre. Entonces, nosotros nos definimos como un aprisco comercial por el cual nos encargamos de la elaboración de los subproductos, pero en esta experiencia nos dimos cuenta que una cierta raza nos daba volumen de leche, pero no sólidos grasos (…). La idea del mestizaje es incorporar ese volumen de leche. Empezamos con unas cabras canarias que dan buena cantidad de leche, pero se secan muy rápido. A las cabras canarias les fuimos incorporando algunas otras. Compramos cabras alpinas en algunos apriscos cercanos. Hemos recibido mucha colaboración entre cabreros, que es una familia hermosa”, expuso José Bolívar.

Castro Soteldo definió a los cabreros como quizá la estructura productiva que ha logrado aglutinar a todas las asociaciones y grupos en todas partes del país.

En torno a la unidad productiva de los Bolívar explicó que estaba construida en unos 80 metros cuadrados. Utilizaron material de desechos. Se hizo un diseño ergonómico que permite que las cabritas pequeñas estén aéreas, arriba, a un lado las que están amamantando, las por parir, más allá. Disponen de un espacio de pastoreo donde se mezcla la excreta de la cabra, que tiene muchos nutrientes, con concha de cacao, con lo cual se hace un compost o fertilizante para los frutales u otros rubros como el ocumo, el plátano, el tártago.

SIEMPRE DE PIE

En torno a los principios que mueve a la familia, José Bolívar señala que tienen una visión ecologista. Son una familia que simplemente se motivó a emprender en esta etapa de Venezuela para salir adelante como país. Funciona como un sistema ecológico. Las excretas van al compost para alimentar las plantas, ya que están en contra de la aplicación masiva de agroquímicos.

Soteldo agradeció al alcalde del municipio Carrizal, Farid Freija, que gracias a su iniciativa y apoyo pudo brindarle la oportunidad a la familia Bolívar Castro para que tuviera la pequeña quesera.

La sala de la elaboración del queso de cabra mide unos 12 metros cuadrados, donde Carmen Deisy Castro, abogada, junto a su hija María Victoria, de 14 años, se encarga del proceso de producción.

¿Y cómo hacen estos deliciosos quesos?, preguntó el ministro.

“Si queremos un queso tipo guayamano (guayanés con queso de mano), es un queso lechoso, simplemente se empaca al vacío. Si queremos un queso fresco natural, procedemos a amasar hasta que agarre la consistencia, le colocamos sal al gusto, ya que hay personas que nos compran queso y son intolerantes a la lactosa, o personas de la tercera edad con problemas de tensión, entonces elaboramos los quesos al gusto del cliente”, señala Carmen Castro.

María Victoria es la encargada de colocar en medio del queso, dependiendo del pedido, los diferentes tipos de ingredientes que lo hacen tan sabroso y demandado.

“Contaba José”, afirma Castro Soteldo, “que ellos comenzaron su producción de queso por una razón muy sencilla: vino el desastre de la luz, los apagones. Se encontraron con la situación de qué hacer con la leche que daban las cabritas a un promedio de 2,3 litros cada una. La leche se iba a echar a perder, a poner ácida, tendrían que hacer suero, echarle sal. Entonces se les ocurrió la idea de hacer queso. Carmen por Youtube buscó los tutoriales sobre cómo se hacen los quesos de cabra. Viendo los tutoriales iniciaron los ensayos. Eso fue como consecuencia del ataque eléctrico. Cuando hubo la guerra y el ataque contra nosotros, en el marco del sabotaje y la guerra multifaccional, miren como responde nuestro pueblo, con inventiva, con creatividad y dación de vida. Ellos a raíz de un ataque contra la vida, produjeron mecanismos para la vida”.

“Es que no hay intento de ataque que nos derrumbe”, expresó Carmen Deisy Castro. “Nosotros estamos aquí para levantarnos. En una oportunidad recuerdo que estábamos en diciembre y lo que teníamos era dulce de lechosa, cabello de ángel, aceitunas que nos habían quedado de la elaboración de las hallacas, e hicimos queso de aceituna, queso de jamón, y queso relleno con dulce de lechosa, queso de orégano, queso de granola con miel es un espectáculo. Estamos para complacer todos los paladares”.

“¿Ustedes tienen un teléfono?”. “Comuníquense con Aprisco Don Justo al 0424-122-52-40. José Bolívar y esta humilde servidora están aquí para atenderlos y prepararles su queso al gusto”.

TUTORIAL PARA ELABORAR QUESO

El ministro definió la experiencia de la familia Bolívar, Castro como una enseñanza gigantesca. Agregó que el ministerio creó recientemente cinco diplomados para construir el nuevo modelo de producción agroalimentaria del país, que contempla entre otros aspectos el manejo de suelos, el manejo de semilla nacional y los biofertilzantes, el manejo de la genética, el manejo de las estructuras de costos, y el tema de manejo de recursos hídricos.

“Bueno, vamos por aquí y tenemos que elaborar un curso de cómo elaborar queso de cabra en tiempo de guerra eléctrica y queso de cabra en tiempo de pandemia. A Don Justo la declaramos, maestra quesera de la unidad técnica de investigación, capacitación y extensionismo. Le vamos a dar su certificado de maestra quesera, y si tenemos que hacer un tutorial no vamos a youtube. Le ponemos tutorial Don Justo”, refirió Soteldo.

Carmen Castro comentó que las puertas están abiertas, respetando las normas de bioseguiridad, para todos aquellos emprendedores que quieran arriesgarse y avanzar en el mundo caprino. Es un mundo de oportunidades.

En un segmento dedicado a reflexionar sobre las distintas corrientes del pensamiento que tratan de explicar el mundo actual, Soteldo comentó que los quesos de los Bolívar Castro resumen el esfuerzo de una familia que dejó el campo, se vino a la ciudad, volvió al campo y pone a disposición de nuestro pueblo estas delicatesen que son una obra de arte.

Luego citó una serie de consideraciones acerca del progreso de varios pensadores, que ha dejado de ser un discurso que habla de mejorar la vida de todos para convertirse en un discurso de supervivencia personal. El progreso se piensa en un contexto desesperado para evitar el fracaso.

Soteldo refirió que la familia Bolívar Castro da una lección ante la degradación del ser humano como consecuencia de los bombardeos mediáticos dirigidos al inconsciente por el neoliberalismo, al que llamó una mutación perfecta del capitalismo.

“…Y es que no solo se atrevieron (la familia Bolívar Castro) a abrir sus conocimientos para nuestro programa sino que abrieron las puertas de su casa para intercambiar ese aprendizaje, esos saberes, esa experiencia, que ellos productos de las circunstancia globales, nacionales, regionales, se vieron obligados a repensar, sin resentimientos, sin odios. Por aquí vinieron los habitantes de la urbanización, gente de clase media alta, molestos porque esta familia estaba produciendo alimentos por acá, y gracias al apoyo del alcalde del municipio Carrizal, que además verificó las normas , fueron capaces de ganar esa batalla. Con amor lograron derrotar una visión cultural inconsciente, de odio, de resentimiento, de rechazo del otro. A través de esos quesos exquisitos le mandan un mensaje a nuestro pueblo y les dice, si es posible derrotar la maldad, si es posible derrotar a los imperios, si es posible derrotar a la violencia con amor, con bondad, con solidaridad y con conocimiento”, afirmó.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO