El argelino Abdellatif Baka se metió de lleno en la historia al conquistar el oro en los 1.500 metros de los Juegos Paralímpicos de Río con un mejor registro que el logrado por el vencedor en los Juegos Olímpicos.
Baka compitió en la clase T13, destinada a los atletas con visión reducida, y se impuso en 3’48″29, inferior a los 3’50″00 con los que el estadounidense Matthew Centrowitz se subió a lo más alto del podio en la misma distancia hace menos de un mes.
Mismo escenario, el estadio Joao Havelange, popularmente conocido como Engenhao, donde Centrowitz sorprendió a sus rivales el 20 de agosto y donde Baka sorprendió ahora al mundo entero.
«Estoy super feliz. Es una lástima no haber estado aquí también en agosto», comentó con humor el argelino tras su hazaña, que también podría aplicarse a quienes lo acompañaron en el podio.
Se trata del etíope Tamiru Demisse, que logró la medalla de plata con 3’48″49, y del keniata Henry Kirwa, bronce con un crono de 3’49″59, aunque también del argelino Fouad Baka, hermano del ganador que corrió la distancia en 3’49″84.
Los cuatro competidores de los 1.500 paralímpicos mejoraron la marca establecida por Centrowitz hace menos de un mes y el ganador de la prueba, además, estableció un nuevo record mundial paralímpico para la distancia.Baka, que además le regaló a Argelia su primer oro en estos Juegos Paralímpicos, afirmó que su gesta es fruto de «un duro trabajo. Hace un año que me entreno sin pausa para lograr este resultado».
Con apenas 22 años de edad, Baka repite oro olímpico pues en los Juegos de Londres 2012 había conquistado la prueba de 800 metros, a los que sumó luego un oro en el Mundial de Lyon 2013 y plata en el de Doha 2015 en 800 y 1.500 metros.
Baka se mete así de lleno entre los grandes semifondistas nordafricanos, entre quienes se destaca el marroquí Hicham El Guerrouj, poseedor del record mundial para la distancia establecido en Roma en 1998 (3’26″00).