Muchos y muchas amantes de los gatos aseguran que éstos tienen un poder sanador. Incluso, muchas personas creen que esos animalitos independientes presienten cuando su humano se siente mal, por eso muchos suelen dormir sobre el regazo de su amo.
Otras personas consideran que los gatos se duermen sobre sus humanos para equilibrar sus energías. Otros piensan que el felino solo busca un poco de calor.
En Egipto, el gato era considerado, de hecho, un animal sagrado. De acuerdo con un trabajo publicado en la página web “Terapia felina”, el gato llegó a ocupar un puesto muy importante en el antiguo Egipto. Se le consideraba protector del sol, de los hombres, del hogar. Se le respetaba.
El portal de internet WebAnimales indica que una investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, logró demostrar que el ronroneo tiene una frecuencia de entre 25 y 40 hercios por segundo, idéntica a la onda que se utiliza en la rehabilitación de fracturas de huesos.
La vibración del ronroneo es continua, repetitiva, capaz de estimular la regeneración de la densidad de los huesos de los gatos y facilitar su cicatrización. Lo que no ha podido demostrarse es que consiga los mismos beneficios en los huesos ajenos, es decir, los humanos.
Mientras tanto, expertos en Feng Shui consideran que los gatos sienten atracción por los campos contaminados de energía. Estos felinos duermen en los lugares con mayor carga negativa, afirman. También liberan la sobrecarga energética que tienen los aparatos electrónicos: móviles, aparatos de música etc. Los que tienen gato saben de la fascinación y atracción que sienten por permanecer o dormir cerca de estos aparatos. Son capaces de localizar malas vibraciones y transmutarlas; mientras que el ser humano presiente que algo va mal, ellos localizan esas energías, pues tienen una percepción extraordinaria. Los gatos son creadores de energía yang y son sanadores, no cabe ninguna duda de ello, dicen los especialistas.