Por Walter Ortiz|Geopolítica entre la paz y la guerra (Opinión)

Tal como no se esperaba, la opción de rechazo a los acuerdos de paz en la República de Colombia, entre el Gobierno y las FARC-EP, resultó la ganadora en un plebiscito cuyo resultado compromete ni mas ni menos que cuatro años de laboriosas negociaciones.

Escudriñar las razones internas de la derrota de la opción por la paz, cuestión que complica de manera grave la negociación posterior, llevará algo de tiempo, aunque parece haber existido una mezcla de trasnochado anticomunismo – Guerra Fría con una votación contra el presidente Juan Manuel Santos, dado la compleja situación económica que les aqueja en la actualidad.

Sin embargo, sumado a esta primera aproximación, resulta necesario observar algunos elementos de la geopolítica que no pueden escapar del análisis, tomando en cuenta las implicaciones que puede tener el sostenimiento o no de una situación formal de guerra en el vecino país.

Por un lado, en 2014 la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) había consagrado a nuestra región como Zona de Paz, libre de guerras y de armas nucleares. Tal hecho, que a primera vista puede parecer intrascendente, da en el corazón de la política guerrerista e injerencista del poderoso imperio de Estados Unidos, evidenciado en este caso en la presencia creciente de fuerzas militares y bases en Colombia. De suscribirse en definitiva la paz ¿No pasaría a ser objeto del debate la supresión de todas esas bases militares?

En segundo lugar, antes de la consulta del domingo 2, el gobierno de Mr. Obama junto al FMI aprobó una ayuda financiera para el Gobierno del vecino país por miles de millones de dólares. Esta ayuda ¿Estará enmarcada en las bases constitutivas del Plan Colombia, cuyo objeto era el control militar de tierras neogranadinas?

Recordemos que el senador, ya fallecido, Paul Coverdale quien propuso el Plan Colombia para la aprobación del Congreso estadounidense, dijo en su momento y en forma taxativa: “…Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia”. Una declaración que no deja dudas y que va en vía de choque con quienes pretenden acabar con un conflicto que ha sembrado de muerte al hermano país.

El ejemplo mas palmario de ello, es la posición ignorante y genuflexa de la dirigencia opositora de aquí, que aplaude a rabiar que pierda la paz en Colombia, aislándose de manera grosera de todo el mundo que cree lo contrario. Una posición realmente vergonzosa.

walter1982@gmail.com
Caracas