Por Fernando Travieso|La geopolítica de la solidaridad (Opinión)

La VII Cumbre de las Américas marca el triunfo de la geopolítica bolivariana diseñada por el comandante Hugo Chávez y continuada por el presidente Nicolás Maduro por encima de la doctrina injerencista estadounidense, que tanto dolor y pobreza ha generado en Latinoamérica y el Caribe, sobre la base de compartir la riqueza generada por la actividad petrolera para beneficio de toda la región.

La contundencia de las relaciones exteriores venezolanas creadas bajo la inspiración del Libertador Simón Bolívar fue acompañada por más de 11 millones de firmas de venezolanas y venezolanos y de tres millones de adherentes cubanas y cubanos, lo que denota el grado de conciencia en los pueblos sobre el papel estelar que viven.

Los pueblos hermanos de PetroCaribe, en pleno, apoyaron el pedido de derogación de la Orden Ejecutiva del gobierno del presidente Barack Obama, a pesar de las presiones de la potencia militar más grande y arrogante del planeta como muestra de agradecimiento por la inversión realizada para bien de la región.

La continuación de la iniciativa venezolana en hermandad con Cuba para la región caribeña, con la Celac, Unasur y Alba, apoyados en el inmenso y mayoritario respaldo popular a la Revolución Bolivariana y el fortalecimiento del componente defensivo nacional, garantizan la irreversibilidad de los cambios estructurales en Venezuela.

Los lobbies de poder que ejercen de manera fáctica el poder en Estados Unidos están en contradicción con los intereses del pueblo venezolano, por lo que fortalecer todos los mecanismos de poder nacional es fundamental. Somos una potencia regional estructurada en la solidaridad con los pueblos del mundo, que han respondido con creces al cariño manifestado por la Patria de Bolívar y Hugo Chávez Frías.

T/Fernando Travieso
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