El jugador del FC Barcelona, Gerard Piqué, fue denunciado este viernes por la Guardia Urbana de España, manejar sin puntos en el carné de conducir.
Fue detenido en un control rutinario realizado por las autoridades en un barrio del Eixample de Barcelona, donde se comprobó que el futbolista infringía las leyes, pues el permiso se le había retirado en otras ocasiones por infracciones.
De acuerdo con la Cadena SER, los agentes de la policía municipal se percataron de la infracción al solicitarle a Piqué la documentación y consultar la base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El azulgrana tiene historial: en 2012 y 2014 se vio envuelto en un conflicto con la Guardia Urbana, que le multó por insultar a las autoridades.
El incidente, según reseña el medio español El País, tuvo lugar la madrugada del 12 de octubre a las 2:30 de la mañana, a la salida de la discoteca Catwalk, ubicada en la zona de ocio del Port Olímpic.
Ante el llamado de atención de los oficiales, el futbolista dijo estas palabras: “Esta denuncia va a quedar en nada, porque llamo a tu capo y me la quita (…) sois una vergüenza, me da asco vuestro trabajo y la Guardia Urbana es una vergüenza (…) me estáis multando porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión”.
La multa impuesta, de 10.500 euros, fue tirada a los pies de uno de los policías y Piqué acabó acusado de desobediencia a la autoridad, «actitud despectiva y de agresividad verbal y gestual».
Ahora, el jugador podría ser penado con una multa de 288.000 euros y horas de servicios a la comunidad de uno a tres meses o ir a cárcel por medio año.