La gestora de paz en el proceso de diálogo entre el Gobierno de Colombia y el ELN, Violeta Arango, expresó este miércoles que el actual proceso que se realiza en Caracas no es de pacificación, sino que es un proceso que busca reales cambios que posibiliten el diálogo en la sociedad neogranadina.
«No se trata de pacificación ni del silenciamiento de los fusiles, sino que se trata de que existan verdaderas transformaciones que conlleven a que podamos dialogar como sociedad colombiana y poder vivir en paz, sin necesidad de utilizar la violencia para resolver nuestros conflictos», dijo en entrevista concedida a VTV desde el Hotel Humboldt, en el Waraira Repano.
Explicó que la Gestoría de Paz es un espacio concordado entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) desde hace cinco años y su labor principal es promover los acuerdos a los que se vayan llegando en la mesa de negociaciones, en especial los vinculados a la paz y la pedagogía para la paz en el territorio colombiano.
Arango afirmó que ha sido una perseguida política en el vecino país y que ha buscado en el ELN un camino hacia la libertad. «He caído prisionera en junio del año en curso y el ELN en común acuerdo con el Gobierno nacional (de Colombia) deciden que yo asuma la labor de la Gestoría de Paz para poder aportarle a la reconcialiación, teniendo en cuenta las funciones que nos asignan de promover los acuerdos a los que se van llegando», amplió.
Subrayó que el ELN ha expresado que nunca ha pedido nada para los integrantes de esta organización. «Simplemente queremos aportarle a las transformaciones y a los cambios reales en Colombia que puedan llevar a cabo la paz en Colombia. No se trata desolucionar el problema guerrillero, no se trata de lasdesmovilización, se trata de que hayan unas transformaciones reales que conduzcan a que efectivamente exista la paz», enfatizó.
Diferencias con otros intentos de diálogo
Aseguró que en estas conversaciones existen niveles de confianza entre las delegaciones y en ese sentido, parten del hecho de que con el anterior Gobierno no existía diálogo.
Comentó que en comparación con los intentos de paz de Quito, Ecuador en 2017, en esta oportunidad el Gobierno presidido por Gustavo Petro, «es diferente. Por primera vez a Colombia llega un Gobierno que es de otra tradición política, porque no es de derecha, esto como una primera diferencia.
Además, prosiguió Arango, Colombia se ha transformado por la crisis humanitaria que se vivió y que todavía se vive tras la pandemia y que se ha acrecentado la violencia por las políticas del Gobierno de Iván Duque.
«Ahí se marcan dos grandes diferencias y que esperamos que en este proceso de diálogo podamos llegar a unos acuerdos y que podamos transitar hacia la paz», agregó.
Paz en Colombia y su impacto regional
Destacó la importancia de que las conversaciones se realicen en Caracas, dado que a los dos países suramericanos son un solo pueblo divididos por una extensa frontera.
«Lo que concierne a Venezuela le concierne a Colombia y lo que le concierne a Colombia le concierne a Venezuela y ha sido muy gratificante para nosotros poder contar con el apoyo del hermano país deVenezuela», acotó.
Mencionó que lo que sucede en el vecino país afecta en los países de la región, por lo que una transformación en Colombia tendría un impacto regional.
T/Sandra Izarra
F/Captura de Pantalla
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