Gil San Vicente: A Maduro le seguirán atacando a muerte

Venezuela representa para el imperialismo un peligro doble, uno práctico porque dispone de una recursos energéticos decisivos para la humanidad, además de un potencial revolucionario en su talento humano y un proyecto estratégico bolivariano, manifestó el intelectual y activista vasco Iñaki Gil San Vicente.

“En estos momentos, Venezuela junto con Cuba son un peligro a exterminar. Liquidar cualquier posibilidad de emancipación revolucionaria, por eso al Gobierno de Nicolás Maduro le seguirán atacando a muerte”, planteó Gil San Vicente quien vino a Caracas invitado por el Banco Central de Venezuela (BCV) para dictar un curso sobre la crisis del capitalismo y la caída tendencial de la tasa de ganancias.

El Estado rentista promueve la concentración de la renta por una élite petrolera y sector importador, clase cuyo patrón de consumo es imitativo del centro capitalista. “Quien crea que el pago de la deuda va a aplacar al imperialismo se equivoca. El problema central de la acumulación del capital reside en el control de los sectores productivos estratégicos internos por capitales e intereses extranjeros, sobre todo estadounidenses», observó.

Parafraseando al intelectual uruguayo Eduardo Galeano, quien aseveró: “… de Venezuela proviene casi la mitad de las ganancias que los capitales estadounidenses sustraen de toda América Latina… Ningún país ha producido tanto para el capitalismo mundial en tan poco tiempo: Venezuela drenó una riqueza que excede a la que los españoles usurparon de Potosí o los ingleses de India”. Por eso el control de esta nación es clave para el imperialismo, asestó Gil.

Capitalismo dependiente

Gil de San Vicente sostuvo que la Revolución Bolivariana ha efectuado esfuerzos por romper la economía rentista, pero acotó que Venezuela refleja todavía los límites insalvables del capitalismo dependiente. Ante esta realidad que pervive, remarcó la dimensión estratégica que tuvo el Congreso Anfictiónico de Panamá. “Si hubiera logrado seguir para adelante, Colombia (Gran Colombia) de Bolívar sería una potencia con una burguesía nacional amplia y una capacidad productiva inmensa, lo que hubiera generado guerras económicas entre la Patria Grande y Estados Unidos, por este tuvo que agotar el proceso”, remarcó.

La burguesía criolla se negó a sumarse a ese proyecto porque tenía que liberar a los negros de la esclavitud, aplicar una reforma agraria para los campesinos y ejecutar una política social. “Eso asustó a la oligarquía regional y prefirieron estar protegidos, unos por Norteamérica y otros por Gran Bretaña”, asestó.

Bolívar ya había alertado sobre el peligro estadounidense, por eso Washington dio al traste con el Congreso Anfictiónico de Panamá que era un proyecto de unión muy adelantado para su época, comentó Gil San Vicente.

Conocida la experiencia histórica, la única alternativa que visualizó Hugo Chávez fue la Revolución Socialista, para alcanzar la independencia en el marco de la Patria Grande Latinoamericana. “Esto está claro cuando el movimiento bolivariano planteó y sigue planteando el desarrollo endógeno que supere los límites de Venezuela”, agregó.

Los escritos del Comandante Chávez sobre la política sobre hidrocarburos, de 2005 para acá, reflejan que el petróleo debe estar al servicio del mundo y no del imperialismo. Es una visión de la Patria Grande Bolivariana, de emancipación y liberación. Por eso desde un principio el imperialismo lo vio como una amenaza, un peligro”, alertó.

Debate económico

Siempre desde la perspectiva marxista, el intelectual aseveró que es fundamental abrir un debate y análisis sobre la realidad económica, no solo desde el punto de vista cuantitativo, sobre lo que está pasando, sino cualitativo de cómo está la economía capitalista en su estructura interna. En concreto, la ley tendencial de caída de la tasa media de ganancia.

Esta ley sostiene, explicó el investigador, que la tasa media de ganancia tiende a descender a largo plazo porque cada vez hay que invertir más capital por cada unidad de ganancia obtenida, es decir, si hace veinte años, por ejemplo, para obtener una tasa de ganancia de 10 euros había que invertir otros 10 euros en máquinas, materias primas y salarios, ahora, 20 años después, para obtener esos mismos 10 euros hay que invertir 15 ó 20 euros en máquinas y salarios.

El intelectual marxista explicó que las recurrencias de las crisis capitalistas, como la iniciada en 2007 y que hoy se encuentra en desarrollo, amenaza con reconfigurar una situación de guerra mundial tal como ocurrió con la Primera y Segunda Guerra Mundial.

“Este momento histórico es el último eslabón que explica esta crisis y la historia del capitalismo, porque gran parte de lo que está pasando en este momento ya fue anunciado por la crisis asiática entre 1996 y 1997. Incluso antes, durante el estancamiento productivo japonés de 1991 y que ahora, después de 25 años, empieza a recuperarse un poquito”, recordó el analista vasco.

Burbuja financiera

El análisis del activista político se centra en la tasa media de ganancia, porque reconoce que en cada región del planeta o incluso en cada hemisferio se registran diversos márgenes de beneficio. China llegó a registrar tasas de crecimiento económico por encima de 10%, pero cuando la plusvalía extraída comenzó a descender, muchos capitales internacionales se retiraron y comenzó la desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) de esa gran nación.

La inversión siempre es a medio plazo, es decir, entre 10 a 20 años, añadió, por eso conforme se acelera el descenso de los beneficios en ramas productivas y económicas enteras, los capitales que además luchan entre ellos por robarse los unos a los otros, también huyen de las ramas improductivas y se vuelcan en las que todavía rinden más beneficios, hasta que saltando de quiebra en quiebra se lanzan masivamente a la especulación financiera, a la ingeniería bursátil de alto riesgo, a la corrupción generalizada y a la economía sumergida e ilegal.

Se forman las burbujas financieras, inmobiliarias, especulativas, y el capitalismo real, el productivo, se ahoga en un mar de deudas impagables. Las masas de capital ficticio, de economía de papel, de dinero electrónico, de bonos basura y de “negocios envenenados” llegan a ser astronómicas en comparación a la economía real, a las reservas fungibles almacenadas en los bancos centrales y privados. “Al final se desploma el montaje tramposo y aparece la realidad trágica de la crisis sistémica”, alertó.

Saqueo global

Desde inicios del siglo XX, el capital siempre ha sido global, pero a partir de los ochenta se desató una política salvaje de liberación financiera, inseparable de la política neoliberal, destinada a extraer enormes sobreganancias mediante la especulación financiera más suicida. Y lo hizo creyendo que así podría salir por fin de la prolongada crisis de acumulación que el sistema capitalista arrastra con altibajos desde finales de los sesenta, y se agudizó desde 1973.

“Todas las discusiones después del estallido de la guerra de 1914, habla del saqueo de los pueblos. Entonces lo que está haciendo el capitalismo es el penúltimo asalto de lo que queda de parte de la humanidad, por eso el capital va a África y Asia. En ese sentido, la acumulación originaria se mantiene, es un proceso continuo”, respondió Gil a una pregunta sobre la búsqueda de los capitalistas de zonas vírgenes para explotar.

El saqueo, según el intelectual marxista, no solo se produce en las minas, la industria extractivista, sino con el agua, la biodiversidad y hasta con el genoma de los pueblos antiguos. “No olvidemos que la globalización ya estaba planteada en el Manifiesto Comunista. Lo que pasa es que la izquierda se ha dejado meter un gol. En vez de usar términos marxistas científicos como imperialismo, plusvalía, ha aceptado usar términos burguesas progresistas que difuminan la realidad. El término imperialismo tiene un contenido ético, está cargado de visión política y revolucionaria, mientras que el término globalización es escéptico, no explica nada”, observó.

Imperialismo y subimperialismo

Al respecto de la emergencia nuevas potencias, Gil San Vicente planteó la necesidad de distinguir entre imperialismo y subimperialismo. El primero es el dominante, es el norteamericano y sus aliados europeos, están tuteladas por el estadounidense, a través de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), explicó.

La construcción de una segunda ruta de la sede por el presidente chino, Xi Jinping, formar parte, según el intelectual vasco, de un subimperialismo que también explota a los pueblos. Se trata de una tesitura que ya existía en el imperialismo criticado por Lenin.

“Eso no quiere decir que los subimperialismos chino o ruso o árabe no dispongan de autonomía dentro de la lógica de la reproducción del capital. En China se debate sobre el socialismo de mercado”, comentó el analista en temas internacionales.

El caso turco también es fundamental considerar, planteó el intelectual turco, porque se debe recordar que tuvo un papel de contención del comunismo del este. Ahora surge una recuperación del nacionalismo en esa nación, porque están cansados de los desplantes e imposiciones de la OTAN, aseguró.

El más de millón de refugiados sirios que recibió Turquía y debían repartirse entre los países de Europa fue una estrategia de los servicios secretos estadounidense para avivar los nacionalismos en el Viejo Continente y generar inestabilidad en la zona euro, además de la pretensión de balcanizar la extensa región euroasiática que abarca Rusia, afirmó.

 España debe romper con régimen del 78

Iñaki Gil de San Vicente se mostró partidario de la independencia de naciones que coexisten en la península Ibérica, tanto la vasca como la catalana. Muestra de ello fue que una semana posterior a esta entrevista apareció firmando un manifiesto de intelectuales, políticos y escritores «por la ruptura con el régimen del 78».

El texto denuncia las vulneraciones de los derechos, entre ellos el de la autodeterminación de los pueblos, en la Constitución a propósito de la cuestión catalana. Casi un cententar de personas, entre ellas políticos, escritores, sindicalistas o profesores universitarios, firmaron el manifiesto en el que denuncian que la Constitución «atenaza derechos y libertades».

El manifiesto, titulado Confluencia política internacionalista por la ruptura con el régimen del 78, denuncia que con la crisis catalana, que califica de «enfrentamiento entre los pueblos», se intenta invisibilizar los casos de corrupción, tanto del PP como del PSOE.

Además, hacen referencia a la «brutal represión» que se manifestó «de forma salvaje» el 1 de octubre, para después «arrasar con sus instituciones, encarcelando a sus dirigentes y a la mayor parte del Govern de la Generalitat», según reseña el portal español Público.es.

“La formación del Estado español fue a martillazos y el proceso del hundimiento del imperio ha continuado y periódicamente surgen contradicciones irresolubles. Ahora está la de Cataluña”, refirió el intelectual y activista vasco en declaraciones al Correo del Orinoco.

Gil San Vicente consideró que la mayoría de burguesía catalana rechaza la independencia. “Apenas un pequeño grupo de la gran oligarquía la apoya, al igual que la mayoría de la pequeña y mediana empresa y el pueblo catalán”, concluyó el activista político.

T/ Manuel López
F/ María Isabel Batista
Caracas