Maracaibo es una de las ciudades más grandes que tiene Venezuela y por añadidura la que más basura desecha. La falta de recolección por un presunto problema en el relleno sanitario La Ciénaga ha contribuido con la aparición de vertederos en toda la ciudad. Moscas, ratas, insectos y hedores predominan en las principales calles de Maracaibo, y la situación se agrava en las barriadas, donde las cañadas son el escape perfecto para quienes nunca ven los camiones del aseo urbano.
Ante la grave situación que viven las maracaiberas y los maracaiberos, así como sectores del municipio San Francisco, la gobernación del estado decidió intervenir el relleno sanitario La Ciénaga e iniciar la construcción de una fosa de 8 mil metros cuadrados. La inversión total será de 20 millones de bolívares.
La inversión en su primera fase es 5 millones de bolívares, confirmó el secretario de Ambiente del estado, Carlos García.
Aunque la Alcaldía de Maracaibo niega que los trabajos se estén ejecutando, las cuadrillas están desplegadas trabajando para alargar la vida útil del vertedero.
Las autoridades ambientales estiman que la nueva fosa esté lista en dos meses y medio.
“La excusa que tenían para no recoger la basura en Maracaibo, y tenerla sucia e insalubre, era que no podían usar el vertedero, bueno ya estamos trabajando para que no tengas excusas y recojan los desechos que invaden la ciudad”, expuso García.
VERTEDERO O RELLENO SANITARIO
La Ciénaga fue construida en 1981 bajo la figura de relleno sanitario controlado bajo estrictas condiciones técnicas y ambientales. Operaba con megaceldas en las que se disponía y compactaba adecuadamente la basura generada en Maracaibo, San Francisco y Jesús Enrique Lossada.
En la actualidad el relleno sanitario se encuentra colapsado y convertido en un vertedero a cielo abierto, con lo que se convirtió en un problema de salud pública para las familias que residen cerca de la zona.
Los rellenos sanitarios son construidos para operar en óptimas condiciones unos 20 años, y La Ciénaga tiene más de 30 años en funcionamiento. Se maneja como un botadero de basura sin control alguno y sin la compactación necesaria, con lo que alcanza alturas de 25 metros de basura, según reseña Daniel de la Cruz y Andrea Ruza en su trabajo de grado «Diseño de una Propuesta de un Relleno Sanitario para la Disposición Final de los Desechos Sólidos en el Municipio Maracaibo del Estado Zulia”, publicado en el año 2011 por la Universidad Rafael Urdaneta (URU).
A juicio de los tesistas, el relleno sanitario carece de controles en la generación de gases y lixiviados, como chimeneas o lagunas de estabilización, de modo que el líquido fluye con total normalidad por la superficie. Y constantemente se presentan focos de incendios sin control que contaminan la atmósfera.
Según estudios de observación realizados por la URU, en La Ciénaga se trabaja del siguiente modo: Los camiones llegan al vertedero, realizan largas colas para disponer de la basura, con lo que se pierden horas de trabajo y se baja la eficiencia en la recolección. Al entrar al vertedero, los camiones no son monitoreados o pesados de manera adecuada, a fin de llevar un registro de la basura que disponen sin ningún tipo de control. A medida que el camión realiza la descarga, una gran cantidad de personas recolectan todo material que represente algún valor económico. La circulación de camiones dentro del vertedero se realiza sin control alguno, generando constantes embotellamientos y problemas en el flujo de tráfico interno.
RELLENO NUEVO
La propuesta que muchos hacen para acabar con el problema de la basura en Maracaibo es la construcción de un nuevo relleno que sea mecanizado, operado totalmente por maquinarias pesadas (retroexcavadoras y compactadoras), que realicen el trabajo de colocación, compactación y cubierta de los desechos; además de las excavaciones y el transporte necesario para suministrar nuevo material de cobertura.
En el mismo estudio de la URU, realizado y entregado hace dos años, la ubicación más apropiada para el nuevo relleno sanitario seria la zona oeste de Maracaibo, “a 50 metros sobre el nivel de mar”.
El terreno propuesto por los especialistas de ambiente, tiene una superficie de 40 hectáreas, no presenta desarrollos poblacionales en un radio de 2,5 kilómetros a la redonda, tiene una topografía que se caracteriza por ser un terreno plano con una inclinación máxima de 5%. Se ingresa desde el distribuidor La Chinita, vía Palito Blanco, donde las carreteras se encuentran asfaltadas, hasta el sector La Victoria, teniendo solamente unos 5 kilómetros de vías de arena que se deben acondicionar.