La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, anunció que realizarán algunos cambios a la ley antiinmigrante, motivado a las presiones de la comunidad afectada.
Brewer explicó este viernes que se modificarían varios aspectos de la medida jurídica, entre los que se destacan, el sentido del arresto de los latinos quienes no serán detenidos por su aspecto físico.
Los cambios corresponden a una serie de críticas y demandas interpuestas por la colectividad afectada por la referida ley 1070, informó la gobernadora a un canal de televisión estadounidense.
Brewer argumentó que el polémico estamento jurídico sólo busca resguardar la frontera y espera que no se lleve a cabo un boicot “porque estarían afectando a los residentes latinos legales en el estado, a quienes amamos, apreciamos y disfrutamos en Arizona”.
La gobernante destacó que en el párrafo donde decía originalmente que la policía «no detendrá únicamente por el aspecto, color, origen, se suprimió la palabra «únicamente'», así que ahora expresa que «no detendrá a los migrantes por su aspecto, su origen o características culturales».
Por su parte, el procurador general del estado Arizona, Terry Goodard, expresó que la ley antiinmigrante es un desastre, cree que las protestas son entendibles y piensa que “todo esto nos va a costar mucho en Arizona».
El procurador, quien es oponente electoral de Brewer en las elecciones de este año, agregó que “el problema pudo evitarse si se reforzara la vigilancia fronteriza’‘.
En este sentido, la gobernadora confirmó que la Ley no contempla reforzar la vigilancia fronteriza, pero «lo que queremos es una orden ejecutiva (del presidente Barack Obama) para que se contrate a más personas (de la patrulla fronteriza) y se incremente la vigilancia aérea» en esta zona.